lunes, 5 de octubre de 2009

LO QUE SOMOS

Las plantas no son como las pintan ha sido nuestra manera de decir que la
realidad no es como la hemos visto; que la vida no es como nos han enseñado
y que el mundo no es como queremos. Las plantas prohibidas son y han sido
factores de identidad cultural para sociedades, comunidades y culturas ancestrales,
son y han sido el alimento físico y espiritual para la humanidad, son y
han sido fuente de conocimiento y sabiduría para la vida, son y han sido un
factor de resistencia cultural frente a los colonizadores de todas las épocas
que proscribieron sus usos ancestrales y mágicos, mientras impusieron un
consumo del producto natural procesado y envuelto en asepsia farmacéutica
y colorida publicidad mediática.


Compartir profundamente esta sensación y el coraje para luchar por las
plantas que consideramos sanas, sabias y benéficas se convirtió en trinchera
editorial, para tejer complicidades y en propuesta de organización y movilización
contra cualquier atentado de los poderes que estigmatizan, reprimen
e instrumentalizan en nombre de una prohibición política y el conflicto armado,
las libertades de expresión, manifestación de la conciencia o creación del
espíritu asociadas con el uso de estas plantas.


Experiencias de trabajo colectivo, comunitarios y académicos se encontraron
en un camino iniciado posiblemente el solsticio de verano de 2006 con
la publicación de la revista Trinchera ganja, y labrado con conversatorios
públicos, proyecciones audiovisuales y participaciones en eventos culturales
durante el resto del año. Valiosos afluentes ampliaron el cauce del camino
fortaleciendo una convicción, de mano con la solidaridad de muchas iniciativas,
proyectos y organizaciones sociales que se recogieron en la convocatoria
a un diálogo de saberes y experiencias relacionadas con los usos culturales de
plantas como coca y cannabis, y las políticas que prohíben y regulan su uso
personal y colectivo.


Hasta ahora y a manera de presentación, se bosquejan varias líneas de trabajo,
de las cuales se alcanza a percibir que las plantas prohibidas y sus derivados,
inciden y se relacionan con practicas, representaciones y pensamientos
de vida, tanto cotidianos y comunes, como formales y desconocidos. Y que enla academia, en el barrio, el parche, las tarimas de concierto y los diferentes
lugares y no lugares, construimos y reconstruimos el sentido y significado que
pueden adquirir y de hecho tienen las plantas prohibidas y sus derivados.
El foro las plantas no son como las pintan, plasma un desafío colectivo, mas
no común; el cual invita a la reflexión, acusa la necesidad de acciones de
diversa índole, y pretende responder ante la prohibición de algunas plantas
prohibidas y sus derivados. Prohibición fundamentada en el tabú, el estigma,
la guerra fallida contra las drogas, y la ética fármacopuritana arraigada en
todos nosotros. Prohibición inobjetable y déspota, que en últimas genera más
daños que las soluciones que supone ofrecer.


El foro las plantas no son como las pintan, sus memorias, presentan los
recuerdos y olvidos de un evento en sí. Los cuales pretenden alojar propuestas
políticas, culturales y lúdicas, que se sugiere adoptar a la hora de relacionarse,
representar y comprender las plantas prohibidas, sus derivados, y los múltiples
contextos en los cuales adquieren protagonismo…para así colaborar con una
nueva visión donde las plantas no sean como las pintan.

ALTERNATIVAS AL PROHIBICIONISMO

ALTERNATIVAS AL PROHIBICIONISMO Y LA “GUERRA CONTRA LAS DROGAS”

Foro: “Las plantas no son como las pintan”

Cali, 5 de mayo de 2007


Darío González Posso. Especialista en gestión y planificación del desarrollo urbano y regional. Ingeniero agronomo, Coorganizador Mamacoca.


Más que respuestas acabadas, la intención en este foro es plantear preguntas y reflexiones. Algunas son las siguientes:


¿Qué es una “droga”?


Quizás es necesario en primer término llegar a un acuerdo en este sentido, porque hay muchas drogas legales, que se venden en aquello que en Colombia se conoce precisamente como “droguerías”, o farmacias. En realidad muchas de estas pueden ser tanto o más peligrosas que otras sustancias que han sido proscritas y a las cuales con frecuencia se las denomina drogas ilícitas o simplemente “las drogas”. En las etiquetas de las drogas de las farmacias es posible leer: “contraindicada para...”, “no deje al alcance de los niños”, etcétera, dados los riesgos reales que conllevan. Algunas fueron retiradas del mercado por graves daños comprobados que ocasionaron [El suministro de Talidomida – C13H10N2O4 - como sedante y como calmante de las nauseas durante el embarazo produjo entre 1959 y 1964 una epidemia de malformaciones en varios países, la Foods and Drugs Administration de los EEUU autorizó, a principios de 1999, nuevamente su uso y comercialización en el tratamiento del Sida,2 con autorización de la OMS también se ha vuelto a recetar en algunos países en el tratamiento de la lepra y de cierto tipo de cáncer3].


Hay diversas definiciones, pero para algunos especialistas las drogas son sustancias que provienen de una transformación o de una síntesis química. En tal sentido, por ejemplo, la marihuana no es una droga, en cambio sí lo es el Clorhidrato de Cocaína (“producto químico resultante de la purificación de pasta de coca mediante la aplicación de ácido clorhídrico”)4. Pero la hoja de coca no es una droga, así contenga 14 alcaloides en estado natural, entre ellos la cocaína. Muchas otras plantas no proscritas consumidas como alimentos también contienen alcaloides, sin que produzcan algún daño, pues de estos se derivan precisamente muchas de sus virtudes, como por ejemplo la papaína, contenida en la coca pero en mayores proporciones en la fruta que en Colombia llamamos papaya, alcaloide que le da a esta fruta parte de sus grandes cualidades, por ejemplo para facilitar la digestión de muchos alimentos, en especial de carnes.


Además ¿No hay una administración indebida, o excesiva, de drogas por parte de los médicos? Por ejemplo, “Es posible encontrar medicamentos relacionados como barbitúricos y otros como sedantes no barbitúricos, relajantes, agentes sicotrópicos y tranquilizadores menores. Todos producen sedación, intoxicación, y dependencia psicológica y física semejante, aunque menor, a la observada por los barbitúricos. Las drogas que más frecuentemente producen una dependencia del tipo de la de los barbitúricos son la glutetimida (Doriden), el metripilon (Noludar), el etclorovinol (Placidyl), el etinamato (Valmid), el meprobamato (Miltown, Equanil), el clorodiacepóxido (Librium) y el diacepam (Valium)... La suspensión brusca de los barbitúricos u otros sedantes en un individuo físicamente dependiente resulta en un síndrome de abstinencia característico que aparece dentro de las 24 horas después de su suspensión”.5


Otro drogas, que también pueden producir dependencia y daños en la salud, son las anfetaminas y afines con uso médico como antidepresivas o en la reducción de la obesidad. “También han tenido a la par uso no médico por manejadores de camiones y estudiantes para combatir la somnolencia y la fatiga”.6 Hacen parte de éstas una larga lista, dentro de las cual se pueden mencionar: “la anfetamina (benzedrine), la dextroanfetamina (dexedrine), la mentafetamina (Desoxyn, Methedine) y la fenmetracina (Preludin)”.7 La droga llamada “éxtasis” hace parte de las anfetaminas.


¿A qué se llama narcotráfico? ¿Porqué genera violencia?


Se llama narcotráfico a la producción y comercio ilegal de las mencionadas “drogas ilícitas”, que como ya vimos no son todas aquellas de carácter sicotrópico, sino apenas algunas. La violencia que genera esta actividad tiene varios vínculos y explicaciones, entre ellos su carácter delictivo. Si no fuera así, posiblemente no tendría tan alta rentabilidad, ni estarían en manos de delincuentes que además cometen toda clase de crímenes y corrompen los valores de la sociedad y de las personas. Una situación similar se presentó en los años 30 del siglo XX en los Estados Unidos, cuando mediante la llamada “Ley seca” se prohibió la producción, tráfico y consumo de bebidas alcohólicas. En esa ocasión “el remedio resultó peor que la enfermedad”, pues se generó un gran contrabando y quizás el período de mayor consumo de alcohol en los EEUU, con el agravante de la conformación de mafias criminales que se encargaron del negocio.


En el caso Colombiano, las mafias narco - paramilitares y de grandes propietarios territoriales se integraron a los poderes territoriales y regionales, penetraron espacios significativos de la vida económica y social y de la actividad política, incluido el Congreso Nacional, como se revela ahora con el denominado fenómeno de la “para-política”, donde se conjugan corrupción, clientelismo, fraude electoral y crímenes de lesa humanidad. Se incrementó así, en especial a partir de lo años 80 del siglo XX, el proceso de despojo violento y desplazamiento forzado de poblaciones campesinas, afrocolombianas e indígenas. Por ello, buena parte del problema en Colombia está en la portentosa contrarreforma agraria que concentró la propiedad territorial en pocas manos a niveles sin precedentes.8


Sin embargo, algunos analistas pretenden adjudicar las causas del narcotráfico y del “problema de las drogas” a la “demanda” de sustancias alteradoras de conciencia, es decir al consumo. Afirman y reiteran que “si no hubiera demanda no habría oferta”, lo cual constituye un postulado inverso al que sirve de pretexto a sucesivos gobiernos de los EEUU para mantener esta guerra. Se asegura, desde los enfoques de la demanda como factor determinante, que si en los EEUU y en Europa no hubiera tantos consumidores entonces no existiría el problema, o que éste se solucionaría si en los llamados “países desarrollados” se emprendieran campañas para reducir un consumo que se estima en 200 millones de personas en el mundo.


Frente a tales interpretaciones sofistas, convertidas en lugares comunes, proponemos un enfoque alternativo, que puede resumirse en la afirmación siguiente: En buena medida, el origen del problema no está en la oferta, ni en la demanda, sino en la prohibición. En la prohibición está gran parte del origen del crimen. De manera similar, la llamada “Ley seca” en los EEUU antes mencionada, que duró varios años, fue uno de los principales factores determinantes de la delincuencia organizada. Con base en el contrabando de bebidas alcohólicas, surgieron muchas de las grandes fortunas en EEUU, por ejemplo la de la familia Kennedy como bien se sabe.


¿Alcanza realmente la “guerra contra las drogas” el propósito que declara?


En primer término es necesario recordar que no es la actual la primera guerra de este tipo. Por ejemplo, se conoce como “Guerra del opio” aquella desencadenada por Gran Bretaña contra China [1840-1842] cuando las autoridades chinas intentaron eliminar el contrabando y el consumo de opio que estaba muy difundido en las regiones orientales. Este contrabando era estimulado por los ingleses, pues les reportaba enormes utilidades. La derrota de China fue seguida por el tratado de Nankin que estableció la cesión territorial de Hong Kong, además de otras ventajas para los británicos.


Hoy la “guerra de la cocaína”, al contrario de la “guerra del opio”, en apariencia tiene por objeto impedir ese contrabando, la producción y el comercio ilegal hacia los EEUU y Europa. Pero ¿logra esta guerra el propósito que declara?. Se asegura que con el “combate a las drogas” se elevará el precio en los mercados callejeros de ciudades como New York y con ello se desestimulará el consumo. Es, en la estrategia norteamericana, una guerra contra la “oferta”, en primer lugar contra la llamada “oferta en la fuente”, es decir primero y en mayor medida contra los campesinos de las regiones con cultivos proscritos, para lo cual se usa en Colombia la fumigación química y la erradicación manual forzada. Sin embargo, el clorhidrato de cocaína (impropiamente denominado “coca” en los medios masivos de comunicación) se continúa exportando desde Colombia en iguales o mayores cantidades. Se golpea así sobre el eslabón más débil, el campesino cultivador, donde están los mayores riesgos y las menores ganancias. A los traficantes, exportadores o contrabandistas, esta fumigación no los afecta, como tampoco a los grupos armados y mucho menos al sistema financiero internacional donde le lava buena parte de los activos de este negocio.


Según recuerda una nota del diario EL TIEMPO (Bogotá, abril 16 de 2007), en Colombia los cultivos de coca, con fines ilícitos, para el año 2006 disminuyeron en 10%. Hasta hace poco, como prueba de que el Plan Colombia había empezado a dar resultados, se decía que los envíos desde este país habían disminuido drásticamente y que además la pureza había caído en 60%. Si del 2003 al 2007 el precio en las calles de EEUU bajo en un 36% y la pureza pasó de 60% a 72%, ¿qué pasó entonces?, ¿Más oferta o menos demanda? Según Wola, “la demanda se estabilizó en el 2000 y desde entonces no existen estadísticas que demuestren que está cayendo". Según el último Sondeo Nacional de la Casa Blanca, la demanda de cocaína se ha mantenido estable desde 1999.9


Cuadro No. 1:

Precio (US$ / 1 gramo) cocaína en calles de EEUU


AÑO Precio US$ / gramo en las calles Variación Pureza
2003 210 60%
2007 135 - 36% 72%

Fuentes: Casa Blanca, DEA e Instituto para el Análisis de la Defensa (IDA). Publicado por EL TIEMPO, Bogotá, 16 de abril de 2007 (www.eltiempo.com).


Dos fenómenos habrían ocurrido (menciona la nota de EL TIEMPO):


O la cocaína que está saliendo de Colombia es de mayor calidad, 99% (para la distribución en las calles la mezclan con otras sustancias y de un kilo sacan tres),
O hay una producción superior a las 700 toneladas anuales estimadas oficialmente.


Surge, en consecuencia, otra pregunta: ¿Para qué ha servido el Plan Colombia? Si este combate, concentrado sobre la oferta en la “fuente” (fumigación de cultivos), no obtiene sus propósitos declarados, entonces ¿porqué se mantiene?. Todo permite pensar que involucra otros propósitos no declarados, relacionados con intereses geopolíticos, de control y dominación sobre el continente, por parte de EEUU como potencia hegemónica.


¿Qué se oculta tras la “Guerra contra las drogas”?


Lejos de los propósitos que proclama -eliminación de la “oferta”, desestímulo del consumo por incremento de precios, eliminación de la actividad ilegal-, es necesario develar los reales contenidos de la llamada “guerra contra las drogas” y del denominado Plan Colombia que concentra una parte importante de esta política, que se vincula con la estrategia contrainsurgente.10


¿Cómo se relaciona con la estrategia de seguridad de EEUU y con la guerra por recursos estratégicos?11


Con posterioridad al derrumbe de la URSS, los EEUU tratan de consolidar un control indiscutido en América Latina, cuando tiene enormes dificultades en otros continentes donde debe competir esferas de influencia con Japón, China y la Unión Europea.


En el mundo hoy se incrementa, como nunca, la disputa por recursos naturales esenciales, entre ellos petróleo, agua, biodiversidad. El control del petróleo está en la base de la guerra de Irak y de múltiples conflictos en el Asia y otras regiones. La prioridad de la política de “seguridad nacional” de los Estados Unidos se ha desplazado de la búsqueda de alianzas para “contener el comunismo” -característica de la denominada “guerra fría”- hacía una noción de “seguridad” ligada de manera más visible a la lucha por los recursos estratégicos. Las guerras por estos recursos tienden a constituir el escenario fundamental de los conflictos internacionales en este inicio del siglo XXI. Tendencia reforzada por la “doctrina Bush” de “Estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos”, que establece “el derecho a la defensa propia anticipada” o guerra “preventiva” y que desestima todo principio de soberanía y toda norma en las relaciones internacionales. Ahora, nada influye tanto en la política militar de los Estados Unidos como el interés económico, que incluye asegurar su acceso a las fuentes de recursos vitales, materias primas críticas y la protección de las rutas de abastecimiento. Estas son las prioridades de la “seguridad nacional” de Estados Unidos, en función de las cuales no duda en desplegar incluso su poderío militar allí donde considere que su “seguridad” esté comprometida.


Para afianzar su control en América Latina, diseñó la Iniciativa Regional Andina IRA, año 2000, y el Plan Colombia12 que no sólo convierte a Colombia en uno de los países con mayor “ayuda” militar de Estados Unidos, sino que indica un conjunto de medidas de “estabilización económica”, de carácter fiscal con el recorte del gasto público; de salarios y empleo mediante congelación de salarios públicos y recortes en burocracia; de reforma institucional con privatizaciones a la seguridad social y a los fondos de pensiones; de privatización de empresas y banca estatal; de asistencialismo o apoyo social para aliviar el impacto negativo del ajuste sobre sectores de la población, con recursos de los organismos financieros internacionales.


La Iniciativa Regional Andina IRA tiene tres elementos básicos:


La denominada política antidrogas;
La llamada “democratización” de la región (no a los regímenes que amenacen la estabilidad institucional, no al populismo, no al indigenismo radical, por ejemplo);
Acuerdos de “libre comercio”, como el TLC negociado con el gobierno colombiano, que dan a Estados Unidos evidentes ventajas de control económico.


Estos elementos son tejidos ahora de manera explícita con un discurso de “seguridad” y “lucha contra el terrorismo”. Para completar este cuadro, mediante documento borrador reciente de la USAID13, se anuncia la “Iniciativa Amazónica”. Este nuevo documento, destinado a convertirse en política del Departamento de Estado de los EEUU para la Cuenca Amazónica, a través de un lenguaje ambientalista, proyecta estrategias de intervención, complementarias a la IRA, para disputar la hegemonía brasilera en esta Cuenca.


La Iniciativa Regional Andina, como su prueba piloto el llamado “Plan Colombia” y ahora la denominada “Iniciativa Amazónica”, hacen parte de los programas del nuevo “orden mundial” y de las disputas en este inicio del siglo XXI por el control de recursos naturales estratégicos, como “los que ofrece la Amazonia, ese territorio de 7’800.000 kilómetros cuadrados que cubre el 44% del territorio sudamericano, que da derechos sobre la órbita geoestacionaria, que guarda el 50% de los bosques tropicales del planeta, una quinta parte de su reserva de agua dulce y el 60% de la biodiversidad mundial; en fin, que es rica en luz solar intensa durante todo el año. Parece un tema de ficción, pero no hay que llamarse a engaños: controlar la Amazonia puede resultar una fuente incalculable de poder en el futuro inmediato”14.


Solo en este contexto es posible entender la “política antidrogas” en Colombia. Esta política hace parte del control hegemónico sobre el continente. Su interés no es el proclamado, pues no está relacionado en realidad con la reducción de las toneladas de Clorhidrato de cocaína que llegan a los EEUU y de la oferta en las calles. Pero, además, en la denominada guerra “contra las drogas y el terrorismo” hay una doble moral; por ejemplo, después de la ocupación de Estados Unidos, en Afganistán se incrementaron los cultivos de la amapola del opio, que el Gobierno de Bush por lo menos tuvo que tolerar como fuente de financiación de la “Coalición del Norte”, su grupo de aliados afganos en la guerra contra los Talibán15.


Otro ejemplo de esta doble moral es la sindicación, 2006, del Departamento de Justicia de los Estados Unidos contra las cabezas de las FARC, a quienes acusa de controlar la mayor parte del mercado internacional de cocaína. Según analistas colombianos, tal sindicación “muestra un atajo inseguro”, pues de la suposición del control de un porcentaje considerable [60%] de los cultivos ilícitos en Colombia por parte de las FARC no podría deducirse el dominio en esta misma proporción del mercado del Clorhidrato de cocaína en Estados Unidos y en el ámbito internacional. Más aún, “el señalamiento, por parte de Estados Unidos a las Farc como protagonistas del mercado internacional de narcóticos, encubre el funcionamiento de las actuales estructuras del narcotráfico” y de esta forma oculta “el compromiso de estructuras recicladas de las AUC [paramilitares] con el narcotráfico, bien participando directamente o como suministradoras de seguridad”. Según estos mismos análisis, “las Farc reciben ingresos principalmente de la intermediación entre el capital comprador del narcotráfico y la producción de pasta básica de cocaína”, no de la intervención en el mercado internacional de “las drogas”.16


Por otra parte, de las diferentes estrategias del gobierno colombiano de Álvaro Uribe [control a cultivos, al lavado de activos y extinción de dominio de bienes en poder de narcotraficantes, prevención de consumo de drogas, interdicción y control al tráfico de armas] lo que más se destaca en los hechos es el “control a cultivos”, mediante la erradicación forzada, en especial mediante la aspersión aérea con químicos, es decir la represión al campesino cultivador.


Pero cuando se habla de este aspecto del problema es indispensable tener un marco de análisis que, además, no lo reduzca al problema de la utilización de herbicidas químicos tóxicos, pues ello conduce a equivocar las salidas de solución, o a proponer simplemente otras modalidades de erradicación pretendidamente “ambientales”, por ejemplo la erradicación manual forzada, en lugar de un cambio radical en la política.


Como se deduce de lo anterior, en primer lugar es indispensable cambiar el enfoque del análisis. Esto significa entender que la “política antidrogas” de la IRA, el Plan Colombia y de la Iniciativa Amazónica, es en su esencia un instrumento que busca el sometimiento de los países y la “disciplina” de los actores sociales, para asegurar territorios en la disputa por los recursos estratégicos. Se trata, como ya se dijo, de una política que contribuye a edificar la hegemonía de los EEUU.


¿QUÉ HACER?


Aquí, en consecuencia, es indispensable pensar en varios tipos de acciones, entre ellas:


Construir soberanía nacional e integración latinoamericana para adoptar nuestras propias políticas, e insistir en alternativas políticas al conflicto colombiano.


Plantear una efectiva reforma agraria, democrática y redistributiva, que restaure los derechos de campesinos, afrocolombianos e indígenas afectados por el despojo y el desplazamiento, que revierta la contrarreforma agraria que ha tenido curso en el país y que permita quebrar realmente el poder político y territorial concentrado por latifundistas, narcotraficantes y paramilitares.17


Abrir un debate sobre otras opciones diferentes al prohibicionismos, como la llamada “Reducción de Daños” y diversas posibilidades de manejo jurídico, comprendido el asunto comúnmente denominado “legalización”.


Defender la producción y comercialización, en todo el país y hacia el exterior, de las aromáticas de hoja de coca, gaseosa y otros productos que constituyen un comienzo de industrialización para la alimentación y otros fines benéficos.


Proponer a las universidades, en especial a Facultades de Medicina, y a otras como Antropología y Derecho, que se establezca una “Cátedra de la coca”: investigación, aplicación, difusión, de sus utilidades y beneficios, incluido el uso médico de la coca en su estado natural (terapias agonistas de sustitución o mantenimiento) para resolver problemas de intoxicación o dependencia al Clorhidrato de cocaína, Bazuco, Crack y otras sustancias. Véase investigaciones y aplicaciones terapéuticas en Perú.18


En lo más inmediato, desde una perspectiva de defensa de los derechos humanos, ampliar la movilización contra la guerra declarada al campesinado a través de la erradicación forzada de cultivos proscritos y rechazar los intentos de penalizar de nuevo en Colombia el porte y uso de la “dosis para uso personal”.


Un criterio básico en la formulación de alternativas debe ser la defensa de los Derechos Humanos y libertades civiles de cultivadores y consumidores. Esto significa no sólo impedir la incriminación de los consumidores, sino también superar la incriminación de los campesinos cultivadores de coca, cannabis y amapola, modificando la legislación (Ley 30 de 1986 y otras normas).


Un propósito esencial es revalorizar las plantas de coca, cannabis y amapola por su utilidad cultural, médica, industrial y alimenticia, y exhortar por su retiro de la lista de “sustancias prohibidas” de las Naciones Unidas (“Convención Única”). Este es el objeto de una campaña internacional que es necesario fortalecer.


El enfoque de derechos y el “libre desarrollo de la personalidad


Un aspecto esencial de la gestión del Estado debe ser el reconocimiento, garantía y restitución de los derechos humanos. En tal sentido, pensamos que son de gran valor también en este caso, como en toda política pública, los principios básicos de la Constitución Política de 1991, sustentados y reafirmados en la Sentencia de la Corte Constitucional C-221 de 1994,19 mediante la cual se declaran inexequibles, por inconstitucionales, los artículos de la Ley 30 de 1986 que pretendían establecer sanciones penales a la conservación o porte y al consumo de la “dosis de uso personal”, definida como:


“...la cantidad de estupefacientes que una persona porta o conserva para su propio consumo. Es dosis para uso personal la cantidad de marihuana que no exceda de veinte (20) gramos; la de marihuana hachís que no exceda de cinco (5) gramos; de cocaína o de cualquier sustancia a base de cocaína la que no exceda de un (1) gramo, y de metacualona la que no exceda de dos (2) gramos. No es dosis para uso personal, el estupefaciente que la persona lleve consigo, cuando tenga como fin su distribución o venta, cualquiera que sea su cantidad.”


Con base en el precepto constitucional, según el cual “Todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin más limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico” (Art. 16), la Sentencia mencionada aporta un marco ético y filosófico indispensable, en primer término alrededor de la autonomía y la libertad. En forma sintetizada, los siguientes son aspectos destacados de tal Sentencia:


Una Constitución personalista


La Carta Constitucional de 1991 se ubica dentro de una concepción personalista de la sociedad20. Esta concepción tiene consecuencias inexorables; la primera y más importante es que, al considerar a la persona como autónoma, los asuntos que le atañen, sólo por ella deben ser decididos. Decidir por ella es arrebatarle brutalmente su condición ética, reducirla a la condición de objeto, cosificarla, convertirla en medio para los fines que por fuera de ella le eligen.


La sanción y el libre desarrollo de la personalidad


Mientras las acciones de una persona no interfieran en la órbita de acción de otra o de otras, es la norma moral la que evalúa la conducta del sujeto actuante. La norma jurídica es bilateral, la moral es unilateral. En otros términos: el legislador puede prescribirme la forma en que debo comportarme con otros, pero no la forma en que debo comportarme conmigo mismo, en la medida en que mi conducta no interfiera con la orbita de acción de nadie. Si a la persona se le reconoce esa autonomía, no puede limitársela sino en la medida en que entra en conflicto con los derechos y la autonomía ajena. Es decir, que es en función de la libertad de los demás y sólo de ella que se puede restringir mi libertad. Además, el castigo solo serviría para añadir a la familia una nueva angustia derivada de la sanción.


Se ha mencionado [incluso para justificar la punición] el peligro potencial que para los otros implica la conducta agresiva o violenta desencadenada por el consumo de “las drogas”. Es un hecho empíricamente verificable que la ingestión de alcohol en un elevado número de personas exterioriza actitudes violentas reprimidas. Pero no hay muchas pruebas en el sentido de que igual ocurre con el consumo de otras sustancias, como la marihuana y el hachís, cuyos efectos, a diferencia del alcohol, se vuelcan hacia vivencias interiores del sujeto. Sin embargo, no se propone punición para los “alcohólicos”. ¿Porqué este trato discriminatorio hacia los consumidores de otras sustancias, a quienes se llama peyorativamente “drogadictos”?


El tratamiento médico y el libre desarrollo de la personalidad


La filosofía que informa la carta Política del 91 es libertaria y democrática y no autoritaria y mucho menos totalitaria. No se trata de un Estado omnímodo, ni de un Estado paternalista y protector de sus súbditos, que conoce mejor que éstos lo que conviene a sus propios intereses y que hace entonces obligatorio lo que para una persona libre sería opcional.


En consecuencia, si es inadmisible la negación de la libertad individual, en aquel ámbito que no interfiere la libertad ajena, esto también tiene consecuencias en relación con el tratamiento médico, pues cada quien es libre de decidir si es o no el caso de recuperar su salud. Si yo soy dueño de mi vida, a fortiori, soy libre de cuidar o no de mi salud cuyo deterioro lleva a la muerte que, lícitamente, yo puedo infligirme.


La reclusión en establecimientos psiquiátricos o similares ha sido, desde hace mucho, un odioso y execrable mecanismo usado por los regímenes totalitarios para “curar” a los heterodoxos. Y las sociedades contemporáneas se han empeñado en tratar a los drogadictos como heterodoxos, pero heterodoxos enfermos a quienes hay que hacerles ver el mundo como lo ven los gobernantes.


En el tratamiento médico es inadmisible toda discriminación como la que puede existir entre el drogadicto que tiene recursos económicos y quien carece de ellos, pues mientras el primero podría ir a una clínica privada a recibir un tratamiento con especialistas que el mismo ha elegido, el segundo se vería avocado a que se le conduzca a un establecimiento no elegido por él, con todas las connotaciones de una institución penitenciaria.


Libertad, educación y “droga”


Entonces ¿Qué puede hacer el Estado, si encuentra indeseable el consumo de narcóticos y estupefacientes y juzga deseable evitarlo, sin vulnerar la libertad de las personas? Según la Sentencia citada, la única vía adecuada y compatible con los principios que el propio Estado se ha prometido a respetar y a promover, consiste en brindar al conglomerado que constituye su pueblo, las posibilidades de educarse.


¿Conduce dicha vía a la finalidad indicada? No necesariamente, ni es de esto de lo que se trata en primer término. Se trata de que cada persona elija su forma de vida responsablemente, y para lograr ese objetivo, es preciso remover el obstáculo mayor y definitivo: la ignorancia.


Lo único digno y eficaz consiste en mostrar de modo honesto y riguroso la conexión causal existente entre los distintos modos de vida y sus inevitables consecuencias, sin manipular las conciencias.


Sin embargo, dice igualmente la Sentencia, el examen racional de las cosas no lleva fatalmente a que la voluntad opte por lo que se juzga mejor. Pero tiene una ventaja inapreciable: garantiza que la elección es libre y, generalmente, la libertad rinde buenos frutos. Al menos ese es el supuesto de una filosofía libertaria, como la que informa nuestro estatuto básico. La educación tiene por destinatario idéntico sujeto que el derecho: el Ser Humano libre.


La regulación de las circunstancias


Concluye finalmente la Sentencia C-221 de 1994, que el legislador de manera válida, sin vulnerar los derechos a la igualdad y a la libertad, puede “regular las circunstancias de lugar, de edad, de ejercicio temporal de actividades, y otras análogas, dentro de las cuales el consumo de droga resulte inadecuado o socialmente nocivo, como sucede en la actualidad con el alcohol y el tabaco. Es ésa, materia propia de las normas de policía. Otro tanto cabe predicar de quienes tienen a su cargo la dirección de actividades de instituciones, públicas o privadas, quienes derivan de esa calidad la competencia de dictar reglamentos internos que posibiliten la convivencia ordenada, dentro de los ámbitos que les incumbe regir. Alude la corte a los reglamentos laborales, disciplinarios, educativos, deportivos, etcétera”.


¿Qué es la “Reducción de Daños”?


Esta estrategia se refiere a políticas, programas, servicios y acciones, dirigidas a minimizar los eventuales daños a la salud, sociedad y economía de los individuos, comunidades y sociedades que se asocian con el consumo de las llamadas “drogas”, o sustancias sicotrópicas. Es un enfoque pragmático que acepta que el uso de estas sustancias es un hecho que, aunque no está libre de riesgos, el usuario relaciona con un placer o beneficio, que el prohibicinismo desconoce por lo cual sus medidas son nulas.


La Reducción de Daños, aunque no propende por la abstinencia, reconoce la necesidad de ayudar a quienes se encuentran en dificultades por tal consumo, constata que éste no está desapareciendo sino que, por el contrario, no ha dejado de crecer y que por ello lo más atinado y eficaz es reducir los daños asociados; enfoca los patrones de consumo del usuario, así como las normas y actitudes sociales que lo condicionan; exige tomar en cuenta y evaluar la información científica disponible que permita diseñar políticas y programas de capacitación adecuados, tanto para fines educativos, como de prevención de riesgos, en especial hacia los jóvenes, para evitar la propensión al consumo de las sustancias que sí son realmente peligrosas, asimismo para garantizar el derecho a la salud física y mental e integridad de las personas que sufren de un consumo compulsivo o gozan un consumo recreativo. Sostiene también que es necesario capacitar en Reducción de Daños en primer lugar al personal de las instituciones de Bienestar Social encargado de atender el tema del consumo y en especial a los usuarios en dificultades.


Según esta estrategia, el diseño de las políticas y programas debe partir del conocimiento del fenómeno. El consumo de sustancias alteradoras de conciencia, al igual que el cultivo de cánnabis, coca y amapola, y el uso del sapo alucinógeno de la especie suramericana bufo marinus, no datan de ayer ni parecen prontos a desaparecer, simplemente porque así lo decrete la prohibición.


Aunque la existencia de 200 millones de consumidores, el 5% de la población mundial, indica que no es un fenómeno tangencial, convertirlo en el eje de la existencia o autodestrucción de la nación colombiana refleja el alto grado de ignorancia, incompetencia o corrupción y sumisión con el que se ha enfocado el tema. Si bien, al igual que el cultivo, el consumo de sustancias alteradoras de conciencia no se puede culpar de la implosión y explosión del fenómeno del narcotráfico, para los propósito de construcción de la paz y el respeto de los derechos humanos sí puede resultar útil ajustar la legislación al reconocimiento de facto de que el fenómeno del consumo no es monolítico y de que no todas las sustancias alteradoras de conciencia repercuten de forma negativa sobre el individuo y la sociedad.


Las costumbres de las sociedades en su evolución son las que marcan la intersección entre la ley natural y los derechos y deberes del ciudadano y sus elegidos. Se afirma que el 5% de la población colombiana entre los 15 y 64 años y el 10% de los jóvenes colombianos, según estudios recientes, son usuarios de estas “drogas” proscritas. El hecho es que ni siquiera se sabe si son 2 o 5 millones de consumidores, ni qué porcentaje de estos son usuarios recreativos, o cuántos son usuarios compulsivos en dificultades.


Otra consideración que debería pesar en el diseño de las políticas es si los padres de ese 10% de jóvenes estarían dispuestos a asumir una reforma constitucional, o una legislación, que propicie la incriminación por consumo de tales sustancias de este número tan alto de hijos de familias, jóvenes que por lo general son estudiantes o trabajadores, cuyo futuro podría quedar en entredicho.


¿Qué se entiende por “legalización”?


A menudo encontramos que en los debates no hay claridad suficiente sobre su significado, o sobre sus diversos ámbitos de aplicación. Por ejemplo, un aspecto del asunto puede referirse al levantamiento de la prohibición de la siembra de plantas como la amapola, la marihuana y la coca, y su revalorización, para ser utilizadas para innumerables usos benéficos en la alimentación, la salud humana, o la industria. La hoja de coca alimento andino ancestral por excelencia, puede ser empacada, como ya se hace en pequeña escala, como “aromática de coca”, o bebida gaseosa, entre otras aplicaciones. La amapola tiene usos médicos milenarios y de ella se extrae la morfina que es indispensable para contrarrestar el dolor. De la marihuana se pueden obtener fibras, aceites y otra materias primas de gran valor. Estos son apenas algunos ejemplos.


Precisamente en una propuesta legislativa presentada al Congreso Nacional se decía:


El derecho de usos tradicionales lícitos de la planta de coca se encuentra consagrado en varias normas internacionales y nacionales vigentes en Colombia. Es necesario que esta prerrogativa −de aprovechamiento de las diversas virtudes de esta planta para la alimentación humana, usos medicinales e industriales− que favorece a pueblos indígenas, se extienda a toda la población.


Se hace necesaria una ley que −precisando la distinción entre recursos naturales renovables de origen vegetal (con alcaloides) y drogas procesadas de estas plantas− legalice con extensión a toda la población colombiana la tenencia y consumo de la Coca.


¿O cuando de habla de la “legalización” se trata apenas del consumo de determinadas sustancias alteradoras de conciencia?. Es evidente que la incriminación del consumo también es una torpeza. A quienes consumen cualquiera de estas sustancias no se les puede tratar como a criminales y penalizarlos, pues esto representa una violación de los derechos humanos, entre ellos el “Derecho al libre desarrollo de la personalidad” que la Constitución Política de Colombia reconoce. Por supuesto, todo daño por uso o abuso de estas sustancias debe ser tratado como problema de salud, no con la penalización.

En relación con el consumo, en el ámbito jurídico, quizás lo inmediato es impedir que se penalice de nuevo el porte y consumo de esta “dosis para uso personal” en Colombia. El gobierno de Alvaro Uribe ha querido restablecer tal penalización, cuando una de las tendencias en muchos países es la prevención y reducción de daños.

Pero en muchos debates no se hacen las anteriores precisiones y se plantea como “legalización”, una idea general referida sin diferenciación a la producción, al tráfico o al consumo de sustancias hoy prohibidas. Por supuesto, en relación con el tema global también existen diferentes alternativas, que van desde una “Legalización regulada”, hasta la “Liberalización” total que se apoya en los argumentos de la “libertad de comercio” y que dejaría la producción y tráfico totalmente en las manos de la “iniciativa privada”.


Cuatro modelos de manejo jurídico


Rodrigo Uprimny, en ponencia presentada en el Foro Social Mundial realizado en Cartagena en junio de 2003, plantea que “existen diferentes modelos de manejo jurídico de sustancias sicoactivas, esencialmente cuatro: (I) Guerra a las drogas, (II) Reducción del daño, (III) Legalización regulada, (IV) Liberalización”.


En el caso de la Legalización regulada, habría una intervención del Estado, un monopolio del Estado o, por lo menos, un estricto control, incluso de calidad, pues muchos de los daños que se producen en la salud se derivan de la adulteración de estas sustancias, por ejemplo al mezclarlas con compuestos químicos para “rendirlas” y que las adulteran. Situación similar sucede con las bebidas alcohólicas de contrabando que a menudo contienen metanol, alcoholes mal destilados que ingeridos causan la muerte o la ceguera. Se sabe que muchas de las llamadas “sobredosis” e intoxicaciones con “drogas ilícitas” son más graves por la mala calidad y por la mezcla con otras sustancias a veces no identificadas.


Una “Legalización regulada” también significaría que no estaría permitida la propaganda del consumo, incluso no estaría permitida la propaganda de consumo de bebidas alcohólicas como la que hoy se hace sin restricciones. Además, se intensificarían las medidas de prevención y de salud en este campo.


¿Es inevitable convivir con el prohibicionismo?


El Prohibicionismo es la negación de la libertad individual. Considerando la dinámica y escala de desarticulación social, económica y política a la que el prohibicionismo conduce, se debe dar una oportunidad a enfoques alternativos a la represión e incriminación. Un debate amplio, pluralista e incluyente sobre el tema del consumo sería un primer pasó hacia la adquisición de los elementos de juicio para poder retirar el consumo de manos del narcotráfico. Uno de los pilares de la construcción nacional debe basarse en la justicia, la igualdad y la responsabilidad individual, que equilibran el abuso de poder y permiten la autorregulación de la sociedad.


Algunos investigadores sostienen que no tenemos otra alternativa que “convivir con el prohibicionismo internacional”21, entre otras razones por su enorme peso jurídico y político que determina que ni la Legalización regulada, ni la Liberalización, tengan posibilidades en un futuro cercano. El prohibicionismo se apoya, como se sabe, en convenciones internacionales de las Naciones Unidas (sobre producción, tráfico y consumo de drogas de 1961, 1971 y 1988, sobre crimen organizado del 2000 y se trabaja otra sobre terrorismo) y la legalización requeriría cambios esenciales en tales convenciones.


No obstante, pensamos que es necesario continuar y fortalecer desde ya una campaña internacional contra el prohibicionismo y también por la revalorización de las plantas. Además, en lugar de resignarnos a convivir con el prohibicionismo, por el contrario, deberíamos estar dispuestos a convivir con el consumo de sustancias llamadas sicoactivas. Este consumo siempre acompañó a la humanidad, para diferentes propósitos, lúdicos unos y otros incluso religiosos, para rituales sagrados, o también relacionados con medicinas tradicionales.


Hemos dicho que la humanidad convivió siempre, a lo largo de toda su historia, con sustancias naturales que tienen efectos alteradores de conciencia, prohibirlas es inútil y contraproducente, el proceso de represión ha contribuido al auge de drogas químicas (como las anfetaminas conocidas como “éxtasis”), al desarrollo de estrategias cada vez más delictivas y a un creciente armamentismo. Las políticas prohibicionistas lejos de evitar el daño por un consumo no controlado, contribuyen a incrementarlo, con el agravante de la venta clandestina de sustancias alteradas o de mala calidad y mayores riesgos para la salud. Frente a estos males, derivados en gran medida del prohibicionismo es mejor opción tratar el daño, por abuso o mal usos de estas sustancias, como un asunto de salud mediante programas terapéuticos y preventivos.22 Según algunos investigadores y especialistas, complementada con programas de Reducción de Daños, entre las alternativas jurídicas de fondo estaría la legalización regulada antes mencionada.


mensaje@etb.net.co

Mayo 5 de 2007

MALOKA DE TRABAJO. Experiencias productivas, academicas y culturales con plantas prohibidas y sus derivados.



Julián Rodríguez: "Coca con sal". (Fragmento).

Cuando uno empieza a averiguar… por que se mueren los pobres en el mundo...En todas partes del mundo se mueren por lo mismo, sin comida, sin casa, sin conocimiento, sin salud…entonces...Coca y cocaína…

...Oh coca milenaria, compañera diaria del indígena, hojita verde. Quienes te conocen verdaderamente…curativa, mágica nunca fuiste trágica. Llenas de dinero los bancos, llenas de agüita las narices...la coca es una hojita verde milenaria, esta aquí mucho antes que ustedes. Su sociedad de consumo…hojita de coca, los dueños del mundo te volvieron moco y moco ilegal…hace rato te fumigan igual que a la amapola con glifosato y no matan otra cosa que campesinos e indígenas...y mariposas…entre mas fumigan mas crece la coca y amapola.




Juan pablo guzmán…de taller abierto…resguardo de toes

Siembra de cáñamo…

Quiero que hable nuestro compañero Ovidio para que nos cuente lo que han experimentado, la persecución en la zona por que es una zona en la que se cultiva marihuana, y ellos están en medio de esa problemática en que les toca cultivar marihuana mas no es rentable para ellos y cualquier cultivo alterno es una salida, hemos presentado el cáñamo y ven que es una alternativa realmente viable y sostenible…


Ovidio:

Yo vengo a contarles un poco sobre la Problemática que hay en mi comunidad, nuestra economía genera actualmente en la comunidad una problemática bien fuerte: la de los cultivos ilícitos …la semana pasada se reunieron los gobernadores indígenas de todo el resguardo zona norte para hablar de la sustitución de los cultivos ilícitos…debido a esto para algunas personas bastante metidas con estos cultivos…en esto venimos trabajando desde mucho tiempo atrás … en este momento es una alternativa de generar ingresos económicos en el resguardo, entonces debido a eso estamos trabajando con toda la gente… ahorita pues estamos comenzando con la fibra…la oportunidad que tenemos con la unión europea un convenio …la gente se va a buscar empleo en zonas rojas, zona donde esta la guerra, lo digo públicamente porque eso es un mal para nosotros como organizadores de …


Fibra de cáñamo:

Nosotros hemos venido desarrollando lo que se llama proyecto experimental para la fibra de cáñamo y pues tampoco la cuestión es la búsqueda de cultivos herméticos tanto para la comunidad como para el medio ambiente, sabemos, tenemos eso muy claro que las posibilidades de sostenibilidad son grandísimas, la gente esta totalmente dispuesta a entregarse a este cultivo. Entonces vamos a aportar a la conservación de nuestro medio ambiente y de las cuencas hidrográficas y vamos a trabajar para desarrollar este cultivo sostenible que sea de verdad una alternativa real y que salga del sitio donde esta la comunidad. Nosotros sabemos que la comunidad tiene el terreno pero no tiene apoyo de ninguna otra clase, ellos no pueden cultivar porque no hay un apoyo del gobierno, creemos que con nuestro aporte en el desarrollo de este proyecto vamos a generar espacios y posibilidades para que la comunidad salga adelante…

Conocemos de la canabis, del cáñamo, o como le dicen en Europa JEN, conocemos diferentes tipos de derivados, estos derivados son: en alimentación: la semilla seca es utilizada porque es segunda en proteína, después de la soya, lo que pasa es que la estigmatización de esta planta no ha permitido que la conozcamos en ese plano. El combustible: es la planta que mas biomasa produce de la cual se extrae el alcohol carburante, el cual también se saca de la caña de azúcar, entonces esto no se nombra pero esta planta contiene más biomasa que la caña de azúcar, es una alternativa grandísima como combustible, se puede hacer aceite, pintura, podemos también mirar que hay construcciones en Europa hechas totalmente en cáñamo, usted puede desarrollar una casa desde los cimientos hasta el acabado mas pequeño y todo tiene unas características especiales, por ejemplo el cáñamo a medida que pasa el tiempo el se va…y no lo parte nada., después de que esta construido, también tiene unas propiedades especiales en cuanto a que es térmico, cuando hace calor esta fresco o cuando hace mucho frío guarda el calor, entonces tiene todas estas propiedades, es antiinflamable, estas cosas son para tenerlas en cuenta, arrancamos con un cultivo para la extracción de la fibra pero pensamos en todas las propiedades y alternativas.

En cuanto a la fibra es la mas resistente, esta muy bien pagada en Europa y estados unidos por todas las propiedades que tiene y también porque de todas formas cuando algo tiene su estigmatización es fascinante, eso la hace viable en la parte económica porque es apetecida, ahora, eso combinado con la artesanía, sabemos que es una fuente muy grande de ingresos para nuestra comunidad, entonces por eso le apostamos a esta parte, arrancamos con la parte textil pero estamos comprometidos a desarrollar otro tipo de productos en donde sabemos que lo vamos a utilizar y que va ser de gran beneficio para la comunidad…la parte textil tiene una particularidad, resulta que cuando tu siembras para extraer la fibra, esta se extrae del tallo de la planta, en esta parte …es el moño que conocemos y esa es la marihuana que nos fumamos...aplausos .

Lo que nosotros utilizamos es el tallo… no la parte que se disfruta en la parte psicoactiva, el cáñamo en este momento para nosotros en la parte legal…estamos cortando la planta a los tres meses, cuando todavía no ha botado el moño. Y por cuanto en la parte legal nos lo han permitido hacer esta parte experimental y la demostración ante las autoridades legales y ante la comunidad.

Nuestro objetivo general es contribuir al desarrollo ambiental sostenible socioeconómico y a la desarrollar espacios de paz, a partir de soluciones reales al conflicto de los cultivos ilícitos y al desgaste de la…sociopolítica de los grupos campesinos que se encuentran corrompidos con el desarrollo social, aprovechando que …nos hemos conocido.

los objetivos específicos: Queremos ofrecer unos medios para la construcción de una cultura ambiental ...partiendo de experiencias que ellos han tenido y manteniendo y mezclándola con unas técnicas que se han desarrollado ……ofrecimos la información , la formación y la cualificación ambiental, esto es lo que estamos haciendo con la comunidad, intercambio de saberes, no somos los grandes conocedores del tema porque la estigmatización ha hecho difícil el acceso a la documentación, se puede vivir con este cultivo y de la variedad de sus derivados.

Este proyecto particularmente nos gusta que tenga …áreas de intervención como la productividad alternativa,…la participación ciudadana, el liderazgo comunitario…hemos hecho talleres como gestores de paz, siempre buscando que esta iniciativa nos lleve a abrir espacios importantes acerca de la paz, que es lo que necesitamos, aportar a la solución de los conflictos es también una de las cosas que nosotros estamos impulsando entre la gente y tratando de que hagamos esto organizadamente para que sea sostenible.


Acomodarse a las reglas que hay en este momento, pero siempre poniendo nuestros intereses por delante, y teniendo claridad de que lo que estamos haciendo es un uso licito.


Nosotros elaboramos el proyecto, buscamos el terreno, hicimos lo experimental, ha sido bastante tiempo, teníamos que hacerlo así paso por paso…



JUAN CARLOS PIÑCUE: Proyecto Cocanasa


Saludo en lengua indígena.

Gracias a todos aquellos que han tenido la…de invitarnos a socializar el proyecto Cocana…agradezco también a los presentes…

Soy Juan Carlos Piñacue del territorio nasa de Calderas, no digo resguardo porque eso tiene ciertas implicaciones, digo territorio, además no me considero indio o indígena, me considero nasa…diversidad de culturas

Se me encomendó por una comunera, no se me aviso con anticipación que yo debía estar aquí.. ..

Soy estudiante de antropología de la del cauca…no tengo ponencia..

Acudo al ejercicio de la memoria, ..a la experiencia y a la practica.


El proyecto coca nasa inicia en una finca en el departamento del cauca, tiene mas o menos mil habitantes, allá es conocido como ….es un territorio donde se comienza a preguntar por la pobreza..y en ese sentido ..

La coca es estigmatizada como causante de la aniquilación y la violencia de nuestro país…entonces a esto le hemos llamado el choque cultural de los saberes, de hecho todos los …la coca es vida, es alimento para la vida,

Para revalorar la hoja de coca, un momento político, jurídico económico cultural, entonces la coca había que mirarla de manera integral, y en ese sentido …para la comercialización del producto…

Empezamos a participar en ferias en diferentes ciudades..la coca ya esta reivindicada, esta en la mente de las personas, acompañamientos de compañeros yanaconas y del Perú, seguimos en ese esfuerzo, la hoja de coca es la otra cara de la moneda, le estamos haciendo competencia al narcotráfico, sin ningún tipo de financiación, la autosostenibilidad del proyecto…

Y precisamente por eso coca cola demando…

Productos como el te, las galletas, las pomadas, bebidas energizantes, …

Circular del invima que dice que todos los productos derivados de la hoja de coca no pueden salir de territorio indígena y que además…

Recogieron los productos…todo puede ser territorio indígena

Comisión segunda..cámara de comercio de Popayán..y tocando también en esta sesión el tema de coca nasa, el tema era tan complejo que decidieron postergar…….asociación de cabildos Juan tama…las autoridades indígenas son entidades publicas es imposible quietar el mercado porque nosotros también somos el estado..o es que nos están declarando como independientes..comenzamos a trabajar con el derecho propio, par desarrollar un acta administrativa, y

La coca no puede salir..es tradicional…

Para nosotros no existe el medio ambiente..somos uno con la naturaleza

La tutela que interpusimos:

Nosotros seguimos vendiendo el producto…

Este proceso surge a partir de compartir e interactuar..

Vamos a prohibir el ingreso de coca cola y vamos a empezar a consumir productos propios que vengan de empresas con identidad y con tradición.



Gustavo Cáceres Comuna Koripampa. Perú

Se estableció toda esa conexión con el espíritu de la hoja madre que es la hoja de coca, para nosotros que somos parte de esta zona andino amazónica en América del sur, la coca es la hoja madre…es la del poder…y de alguna manera han….durante mas de 500 años…

Es cierto que esto está ligado a muchas situaciones de índole religioso, de manejo del poder, pero la …convicción que tenemos es que tenemos una hoja que tiene mucho poder y esto esta notable en estos últimos tiempos…en el alumbramiento de un país como Bolivia donde gracias a esta hoja que es sagrada están retomando la dignidad del pueblo.

Nosotros no somos pobrecitos mestizos, nosotros somos individuos de culturas..

En toda esta parte andino amazónica comencemos a restablecer la necesidad…

Como se prohibió la quinua y como la gente prohibió y esta prohibiendo la coca, la planta sagrada, yo vivo 4000 m del nivel del mar donde ya no hay plantas, la usamos permanentemente

Aquí se ha tocado el tema de la parte material, pero realmente hay que conocer también la parte espiritual de la hoja de coca,… en algunas ferias encontré algunos jóvenes…la coca es un liberador, a nivel mental, a nivel digestivo, a nivel espiritual, la coca tiene muchas funciones, entonces a mi me gustaría mucho que los jóvenes entiendan esa parte, claramente la coca es una cosa y la cocaína es otra.


Me preocupa a veces que ustedes no encuentren la coca, y me dicen a mi que aquí en Cali hay muchas plantas de coca, y yo estoy convencido de que si ha habido porque cuando uno va para San Agustin ..los andinos, que manejan tanto la tierra…..cuando yo veo los monolitos de San Agustín veo a un chaman, un sacerdote o un anciano consumiendo coca o yaje y dentro de esos monolitos está toda la descripción filosófica de nuestro pueblo..lo mismo que ocurre con los mayas…hay un área con una especie de boa…que esta comiéndose una culebra, y además tienen símbolos muy grabados para que no crea que eran analfabetos, nosotros …y esos monolitos son una cantidad de información y que eso se ha conservado y se ha obtenido gracias a la coca y a las otras plantas de poder y plantas sagradas. A mi me gusta hablar mucho del espíritu de las plantas, porque realmente si nosotros nos dejamos llevar solamente por la parte material, no vamos a llegar al espíritu…hay que retomar lo que es el espíritu entonces…

Y qué pasa con la marihuana…el andino…obviamente no conocía la marihuana porque no es de este territorio…yo no se como será esa planta, pero si se que esa planta como todas las plantas tiene su espíritu…recomendamos y esperamos que nuestros jóvenes acudan al espíritu ..y el espíritu de las plantas a qué induce..a qué .a la verdad, a pensar bien, la mejor manera de consumir la coca es masticándola, los otros usos los dan los científicos pero en todo caso esos usos …. Nosotros tenemos cuidado de saber hablar lo que es la planta de la coca, tratamos en lo posible de que la coca como todas las plantas sagradas sean tratadas en este contexto, bajo un misterio y de alguna manera estamos seguros que si esto…que la persona que lo consuma…entonces lo que nosotros sabemos es que en América Latina hay una persecución a la coca…yo he escuchado a autoridades que han dicho que es la planta maldita. Esos términos usan para la coca...los presidentes no tienen idea de lo que es la coca

Induciendo al estado a perseguir a los campesinos y ahorita mismo hay una movilización campesina en Perú a raíz de que quieren erradicar la coca a pesar de que es un país con un 70/ del pueblo indígena…pero eso en contra de toda esa tradición y del uso milenario que tiene allá….

Nosotros sabemos que en cuatro años no se puede hacer lo que han tratado y no pudieron desde hace mas de 500 años, sabemos que nos afecta mucho

Primero…Saber exactamente que es la coca

Segundo: ojala todos podamos sembrar coca y cultivarla y usarla sanamente, y algo bien importante, apoyar y estar con quienes tienen una actitud digna de todo un pueblo de hacer respetar sus leyes porque tienen mucho mas de 500 años. Allá hacen en la sierra proyecto aromáticas, pomadas dulces , en la sierra también hay un proyecto…

Necesitamos que empiecen a apoyar y ojala hubiese instituciones que tengan mucho dinero que deseen proteger estos procesos, y lleven a los cabildos y los resguardos a ampliar sus territorios y para que el

Nosotros talvez debemos dejar de consumir productos….no nacionales todos estos productos que para mi… pues hay que suspenderlos, comenzar a ubicarlos bien, cuales son las plantas que genéticamente son nuestras, y que genéticamente pueden alimentarnos mejor a nosotros y no a los otros…seria necesario consumir lo que nosotros tenemos…de alguna manera ese es el autoconsumo, volver a la tierra, relacionarnos con la tierra, y sentirnos protegidos por la tierra, nosotros en si…..la pacha mama, la madre tierra , cuando alguien siente que no tiene apoyo, que se siente mal…es porque no se ha dado cuenta que la tierra es su madre, entonces es tiempo de que entendamos que …este aire en Cali esta dañadisimo y ese aire que estamos respirando es parte de la madre tierra, lo mismo este sol que nos calienta, estamos contaminando a la madre… esto es una verdad mucho mas valiosa que la otra verdad que …valorar y cuidar este aire y esta agua saber que somos afortunados por tener mejor agua y mejor aire que…desde arriba hasta el sur consumimos hoja de coca y lo consumimos desde hace miles de años,

Ellos saben y Sabemos que si volvemos y seguimos consumiendo la hoja de coca vamos a … porque siempre los poderosos son los yankis …la coca nos va a traer mucha inteligencia y mucha autonomía que es lo que necesitamos …y retomar la tierra y dejarnos de creer otras cosas que no son…



THC : TRAUMA HUGO CAICEDO ..ARTISTA LOCAL. POETA CALLEJERO BARRISTA PARCERO GRAN USADOR DE PLANTAS.

Primero que todo los saludo con una sonrisa en la cara…la intervención que yo tengo es muy corta reseña sobre las plantas nos son como las pintan..no puede venir por la mañana porque estaba enguayabado…

Entonces

Las plantas no son como las pintan

Intentar pensar en un problema es peor que intentar buscar una solución

El señalamiento discriminatorio solo es provocado por la ignorancia

Las plantas no son como las pintan y los que hacen uso de ellas tampoco

Pensamos en ser parte de la solución no añaditivos al problema

Sentimos la necesidad de expresarnos y no dejar oculto esto que hace ..de nuestra ..mas ancestral

El temor a los tabúes se ha perdido y nosotros como exploradores

Demostraremos lo contrario al temor y estamos vivos para decirle al mundo que las plantas no son como las pintan…



Estaba en mi casa fumándome un porro en mi ventana…de mis deseos de mis escritos y de todas las locuras que he podido ver a través de ella

Este es un poema a la marihuana, al cáñamo, a la planta sagrada de la sabiduría, de la armonía, de los colores, la planta del amor, la planta de la percepción, es una planta dionisiaca

Se llama



ODA A LA GREDA


O CANABIS adorada gracias por tu existencia

Porque eres una planta que trasmite sabiduría

…legendaria domadora de tensiones conflictivas..

Princesa del trópico y las miradas locas

Tu tristeza y sensibilidad me hace tu cautivo…

Me hace navegar por zonas de mi mente no conocidas

Despierta un apetito como para saciarse sobre mi cabeza

Y me produce un sueño como el de los ángeles..

Tu visión es muy incorrecta correcta por algún tipo de gente

Que no encuentra excusa para señalarte

Pero descansara en mi regazo todas las noches para preguntarme si siempre será mi amor platónico

Y comprenderé que somos uno solo en el espíritu

Marihuana tu sabor en la garganta me enloquece,, nunca dejes de brotar de la tierra porque la pacha mama nos protegerá…





La discriminación que tiene ahora nosotros nos vamos a encargar de borrarla porque…una visión distinta a la que traían nuestros abuelos…


…Ahora … fumamos marihuana y nos divertimos fumando marihuana, tocando música, pintando, creando frente a un computador,


COLECTIVO TOXICOMANO CALLEJERO...TRIPLE X

…Nosotros desde el colectivo tenemos una idea de comunicación que ha permanecido y es no ser mojigato…somos una firma de comunicación sin animo de lucro, lo que intentamos es difundir nuestras ideas, las difundimos a través de Triple X y a través de una parte de imagen que es el Toxicómano callejero, que por medio del arte callejero como esténcil, calcomanías, carteles, intentamos dar a conocer a los demás nuestra opinión gratuitamente, en la calle lo que se ve lo invita a comprar, a memorizarse un logo, a cambiar su imagen, a ponerse una corbata, a renunciar a su estilo, nosotros intentamos hacer lo mismo en la calle sin recibir nada a cambio, sin pagar 3 millones de pesos por una valla hacemos un mural y damos a conocer nuestro punto de vista creemos que eso esta contemplado en la constitución en eso consiste la libertad de expresión. Ejemplo de las calcomanías.

La idea de este foro nos pareció bastante llamativa porque es un primer paso para la lucha contra la mojigatería, es el primer paso que tenemos que dar para que no nos consideren criminales por fumarnos un porro, porque eso si…increíblemente ignorante…algunos dirían que legalicen la hierba, tal vez no es tanto que la legalicen pero …y nos corresponde a nosotros intentar cambiar…porque nadie va a hacer por nosotros lo que nosotros …los invito a tod=s a que asumamos una posición activa y menos pasiva y defendamos lo que hacemos… sintámonos orgullosos de fumar marihuana de saberla asumir, de aprender muchas cosas a través de ella…



Claudia Martínez: Linea de Investigación Cultura y Drogas.

Buenas tardes a todos, me alegra mucho que empecemos a participar de este tipo de espacios y convivencias para hablar sobre estas temáticas que a muchos nos interesan por varias razones. Yo les voy a hablar sobre el grupo de investigación en Cultura y Drogas, que ha funcionado en la Universidad de Caldas durante ya mas o menos unos trece años, este grupo de investigación fue resultado de una convocatoria de investigación que formulo la dirección nacional de estupefacientes y algunos sectores de salud de la Alcaldía de Manizales, exigieron hacer una investigación relacionada con el consumo de droga en Manizales, y de ahí salio un primer texto que se llamó Escenarios culturales de la droga en Manizales .

Como una de las metodologías de esa investigación, el grupo decidió empezar a reunirse cada semana y de allí salió el Taller de Cultura y Drogas, Esos son algunos de los frentes en los que se ha podido mover ese espacio académico, en primer lugar decimos que la apuesta académica del grupo es el conocimiento interdisciplinario de este tema, Por qué teniendo en cuenta el aspecto cultural. Porque es una manera de ver las drogas como un fenómeno totalmente humano, más no como un simple problema social, algunos de los principales objetivos del grupo es consolidar en principio una comunidad científica especializada en manejar esta temática y hacer proyección de las investigaciones y de todos los resultados.

La mayoría de las veces cuando a nosotros nos hablan de drogas, lo hacen simplemente desde un ámbito preventivo, como un problema de salud pública, delictivo, Nosotros como comunidad científica lo que tratamos de hacer es terminar con los prejuicios…y todas estas cosas se están relacionando para poder crear el efecto que una u otra droga determinada va a dar al organismo de quien la consume, se la unta, se la inyecta, etc. La parte interdisciplinaria en el estudio de las drogas es muy importante, necesitamos mirar los aspectos biológicos, botánicos, sicológicos, farmacológicos, toxicológicos, biodinámicos, de una sustancia o un grupo de sustancias, también la historia en que una droga está enmarcada, las tradiciones, los contextos socioculturales...la misma cultura o sociedad en la cual está una u otra sustancia, droga o planta están inmersas.

Por lo tanto en la interdisciplinariedad tenemos estudios con médicos, farmacólogos, botánicos, sociólogos, antropólogos, todas estas personas han ido inyectándole un poquito de conocimiento a todo este cuerpo de saberes en el tema de las drogas. La proyección es abrir este espacio y contarle a las personas que es lo que se hace y que es lo que hemos investigado, dentro de eso está como órgano fundamental la Revista de Cultura y Drogas, ya van 11 números en los que han aparecido diferentes investigaciones, ensayos y reseñas, sobre el tema, también se ha logrado la realización de diferentes eventos académicos, como simposios, foros, seminarios, en los cuales se trata de difundir a la comunidad todo el conocimiento que tenemos hasta ahora, y se está construyendo una red global de investigadores en cultura y drogas, por lo tanto contamos con el apoyo y participación de varios investigadores internacionales, pues no solo es en Colombia sino que es una realidad mundial.



FAUSTO FUNDQACIÓN PIENSA JÓVEN LA RIVERA CALI.


La organización que yo represento …somos mas o menos 100 jóvenes y otros un poco mas adultos consumidores de canabis, orgullosamente consumidores de canabis, nace en la cancha cuando vamos a fumar y hablar..Y ahí nace una empresa, donde vendemos camisetas personalizadas, pero esta empresa, bueno aquí tiene que pasar algo, no podemos seguir corriéndole a la policía, no podemos seguir dejando que abusen de nosotros y también pensando ser parte de la solución…trabajamos de forma clandestina, para evitar ser perseguidos, y hemos utilizado nuestros propios medios, nos reunimos en la cancha, contamos con radios para comunicarnos y protegernos de la policía, queremos hacer una propuesta a la ciudad y decirle, señor alcalde que la respuesta para esta población no puede ser la represión, estamos trabajando el tema objeción de conciencia y el tema de los derechos humanos, estamos conectados con la gente del distrito y nos declaramos antiimperialistas…






jueves, 1 de octubre de 2009

CULTURA Y DERIVADOS DE PLANTAS PROHIBIDAS



LUCAS PASSOS ABADIA.

Sociólogo Universidad de Caldas.
Inscritos a la maestría cultura y drogas de la Universidad de Caldas
(lucas_abadia@hotmail.com, acastariasruso7990@
hotmail.com).

Hablar de cultura y sustancias derivadas de plantas resulta una tarea compleja e inacabada,sobretodo si se tiene en cuenta que en torno a estos dos conceptos, existen y cohabitan diferentes nociones, algunas divergentes otras complementarias. No obstante,el objetivo de este escrito se concentra en definir lo que se sugiere entender por cultura, y el papel y significado que las sustancias derivadas de algunas plantas adquieren en diferentes contextos.

Estos fenómenos se tienen en cuenta como evidencia que nos permita distinguir el carácter cultural de algunas plantas y las sustancias que se derivan de éstas. Esta evidencia es extraída del acercamiento a los fenómenos culturales en sí mismos; pretendiendo citar a los chamanismos, las iglesias ayahuasqueras, y el movimiento contracultural, como fenómenos culturales al interior de los cuales, las sustancias derivadas de algunas plantas han adquirido un sentido comprensible para las colectividades y han cumplido funciones sociales de magno calibre.

Consecuentemente y acorde con lo propuesto anteriormente, se debe tener en
cuenta que sobre el concepto de cultura se han escrito cantidades de textos, con significados tan diversos y polivalentes, que pareciera que los académicos y científicos aún no encontraran acuerdo en torno al tema.

Esta, tal vez, es la característica fundamental del concepto de cultura, el de ser un concepto complejo dado que adquiere diversos significados y posee diferentes valores dependiendo de quien y donde se ejecuten y perciban los fenómenos culturales.

En el caso de este escrito se sugiere adoptar una definición doble de cultura, enfocada por un lado hacia la información que contiene las pautas y normas adecuadas de conducta en sociedad, y por otro lado, hacia las técnicas de cultivo y desarrollo social que poseen y aplican las diferentes colectividades.

Pero entonces, ¿las plantas y sus derivados qué? ¿Cuál puede ser la relación
y qué papel jugarán las sustancias derivadas de algunas plantas en la cultura?


CULTURA COMO COMPENDIO DE INFORMACIÓN
SOCIAL Y SUSTANCIAS DERIVADAS
DE PLANTAS.

Desde la antropología se considera que al interior de los pueblos, se cuenta con un “discurso latente”, el cual posee información sobre las pautas adecuadas de conducta, y se encuentra “guardado” al interior de cada cultura (Levý-Strauss; 1973). Para el caso que nos converge es vital tener en cuenta que al interior de los pueblos, este “discurso latente” es elaborado a la vez que digerido, gracias entre otras cosas al uso de algunas plantas.

Es decir, la información cultural que poseen algunos pueblos, se construye y se comunica a partir del uso consensuado, y por lo general colectivo, de sustancias derivadas de plantas; planteándose una interdependencia entre cultura y este tipo de sustancias, en la medida que una parte, la cultura, funge como el compendio de información, la otra, las sustancias alojadas en ciertas plantas, más aún el consumo de éstas y el trance que se deriva, en buena medida construye y ayuda a transmitir esta información.

Ahora bien, ¿qué tipo de información es la que se transmite? Y ¿cómo se transmite? La información no es otra que la cultural; en este caso, información sobre la organización social y la norma de comportamiento a la cual debe responder cada individuo al interior de la colectividad y el entorno natural. Información sobre aspectos religiosos, relacionados con el mundo de los vivos y los¡ muertos, los dioses y demonios. Información sobre el origen de la lengua, sus creencias y valores. En últimas, información sobre el sentido, función y continuidad de la vida social y biológica de las colectividades.

Esta información cultural, especialmente en las poblaciones que aún consumen “abiertamente” sustancias derivadas de plantas, se transmite de forma oral, de generación en generación, y de forma práctica mediante el consumo consensuado de éste tipo de sustancias.

De esta manera se estaría sugiriendo que las sustancias derivadas de algunas plantas (especialmente las de tipo alucinógeno), y específicamente su consumo colectivo, ayudan a producir y transmitir una información, que consta de un “entendimiento idiosincrásico”, acerca de la lógica propia de los pueblos y es transmitida a cada individuo en medio y fuera del viaje (Ver. Pedro Luz; 2002).

Así hablar de cultura como pauta adecuada de conducta, implica hablar de un compendio de información que se encuentra latente y se debe construir y transmitir en colectividad. Para tal fin las sustancias derivadas de algunas plantas cumplen un papel fundamental, en la medida que han ayudado milenariamente a la construcción de este compendio informativo (cultura), a la vez que, mediado el consumo colectivo de Ellas, se internaliza el compendio de la información a cada individuo en sociedad.

CULTURA COMO CULTIVO DE TÉCNICAS
DE DESARROLLO HUMANO Y SUSTANCIAS
DERIVADAS DE PLANTAS.

Para algunos autores prevalece el significado de cultura, como un compendio de técnicas de cultivo y desarrollo (en este caso) de las capacidades humanas. La cultura, desde este punto de vista, depende de la efectiva administración de las técnicas de conocimiento al interior de las diferentes colectividades.

Teniendo en cuenta esta concepción, se sugiere partir de la base que algunos pueblos no occidentales, llamados por la antropología ortodoxa como “primitivos”, y algunas colectividades al interior de la sociedad Occidental (ej. Las iglesias Ayahuasqueras, o los neochamanismos) desarrollan, adoptan y administran, técnicas de desarrollo humano basadas en el consumo de diferentes tipos de sustancias derivadas de plantas.

Las cuales, al igual que las técnicas científicas occidentales, pero en su contexto, guían el desarrollo social de la colectividad. No obstante, la diferencia técnica no es de forma, (es decir tanto en la cultura occidental como en las no occidentales, las técnicas de conocimiento derivan de procesos racionales), sino de contenido. En occidente prevalece la aplicación de técnicas científicas de conocimiento, las cuales requieren de la lógica formal y de prácticas ascéticas de disciplina.

En cambio en los pueblos no occidentales, se cuenta con “técnicas arcaicas del éxtasis” (Eliade Mircea; 1951); las cuales aplican una lógica informal y están asociadas fuertemente con prácticas extáticas, derivadas generalmente del consumo de sustancias alojadas en plantas (especialmente de tipo alucinógenas).

Mediante la apropiación de estas técnicas, las poblaciones consumidoras de sustancias derivadas de plantas, han aprendido a establecer un equilibrio al interior de sus relaciones internas y al interior de las relaciones de la colectividad con el medio ambiente natural.

Esto ha implicado el desarrollo de técnicas, que a su vez, como se ha demostrado, actúan como mecanismos compensatorios de la conducta individual, y mecanismos de control social; los cuales se activan, mediada la práctica con sustancias derivadas de algunas plantas, en pro de la autorreflexión social, la adaptación al medio ambiente (Fericgla; 1997, Pedro Luz, 2002), porque no, el desarrollo humano.

Teniendo en cuenta que la definición de cultura que se brinda hasta el momento es netamente clásica, y reconociendo que se puede escapar el carácter polivalente y multidimensional que adquiere este concepto en la actualidad; se intentará brindar a continuación algunos ejemplos de fenómenos culturales que indirectamente hacen+ referencia a los conceptos de cultura aquí expuestos, y se encuentran asociados a sustancias derivadas de plantas que para el occidental se prohíben.

CHAMANISMOS, CHAMAN Y SUSTANCIAS
DERIVADAS DE PLANTAS

Uno de los fenómenos culturales asociados con algunos derivados de plantas son los Chamanismos. Los Chamanismos son considerados como las primeras formas de conocimiento de los pueblos “primitivos” del mundo entero. El historiador y antropólogo Mircea Eliade, fue pionero en el abordaje de este fenómeno, insinuando que los chamanismos se referían a un compendio de técnicas arcaicas del éxtasis o trance, ya que desde el punto de vista de este autor, el contenido fundamental de los chamanismos consiste en la posibilidad que el Chaman tiene de “viajar hacia la región de los espíritus”.

Los chamanismos son sistemas de conocimiento y autoconocimiento y como tal, constituye uno de los caminos más antiguos hacia el despertar y desarrollo humano (Malpica; 2003). Una de las características de los chamanismos es el de utilizar métodos y técnicas arcaicas del éxtasis, basadas en el consumo de sustancias que se alojan en gran cantidad de plantas, y a partir de las cuales parecen alcanzarse ciertos objetivos por vías no lógico-racionales de elaboración del conocimiento (Para ampliar este aspecto véase Fericgla 1998).

Los chamanismos se refieren a sistemas de prácticas que sirven de apoyo y guía en la constante búsqueda humana de una realidad con mayor sentido y trascendencia. Así, los chamanismos se pueden concebir como un conjunto de técnicas que favorecen el contacto con lo que llamamos numinoso, sobrenatural, taumatúrgico (prodigio, extraordinario), arrastrando a quien lo practica a terrenos misteriosos, de donde puede sacar conclusiones sobre su propio lugar en el mundo, a nivel individual y colectivo.

Por último los chamanismos se proyectan como estrategias concretas que facilitan la adaptación activa del ser humano a los cambios que se producen en su entorno y/o que se generan al interior de las comunidades. Así los chamanismos y las prácticas inherentes a estos sistemas, se erigen como fuentes de revelación de las respuestas vitales (origen y sentido de la vida, noción de la muerte, alivio del dolor) y como sistemas de adaptación individual y colectiva, en pro de la búsqueda del equilibrio físico, psíquico, ecológico y social de las colectividades.

CHAMAN, MEDICO Y TRABAJADOR SOCIAL
DE LAS CULTURAS PRIMITIVAS.

Al interior de los chamanismos encontramos a el chaman o la chamana, quienes son personajes claves, encargados de poner en marcha y compartir las dinámicas de conocimiento y adaptación colectivas a partir del uso (entre otros elementos) de sustancias derivadas de plantas.

La palabra chaman se deriva del vocablo siberiano shaman, que identifica hombre-dios-medicina, y del vocablo Tungu Xaman, que significa Scha, “saber”, por lo que chaman significa alguien que sabe, el sabedor (Malpica; 2003). Una definición clásica de chaman es la que trae a colación Eliade, para quien chaman “es un psicopompo, especialista en el dominio del fuego, del vuelo mágico y de un trance durante el cual su alma supuestamente abandona el cuerpo para emprender ascensiones celestes o descensos infernales.Mantiene relaciones con espíritus a los que domina…comunica con los muertos, los demonios y los espíritus de la naturaleza, sin por ello convertirse en instrumento de estos” (Eliade, 1951).

Compatible con esta definición encontramos la expuesta por Peter Furst (1976), quien sugiere entender por chaman, “el guardián del equilibrio físico y psíquico del grupo, por el cual intercede en las confrontaciones personales con las fuerzas sobrenaturales del supermundo y del submundo”. Cualidades desarrolladas a partir de un entrenamiento, y la experiencia de consumo de sustancias derivadas de plantas a lo largo de la vida .

Una traducción de estas definiciones, tendría en cuenta al chaman como un personaje con cualidades para “viajar” o moverse al interior de la psique, tanto propia como de los otros individuos o colectividad. Esta cualidad deriva de la especial capacidad de dominar, (en el caso que nos incumbe), el consumo de sustancias derivadas de algunas plantas, y los procesos asociados a su distinción botánica, preparación de las bebidas, ungüentos o rapes, y el manejo de los procesos fisiológicos, psicológicos y sociales que derivan de la ingestión de este tipo de sustancias.

Consecuentemente el chaman se consolida en su contexto como un individuo con funciones tanto biológicas como sociales. La cualidad principal radica en ser individuos entrenados en técnicas arcaicas del éxtasis, entre ellas las técnicas de consumo de drogas (alucinógenas), a partir de las cuales se consolida como sabedor de los asuntos del mundo material y cotidiano de la vida, así como del mundo inmaterial, el mundo de lo invisible.

Dejando esto por sentado, ¿cómo encajan las sustancias derivadas de algunas plantas al interior de los chamanismos y el chamán? Desde las aproximaciones científicas, se puede sustraer que este tipo de sustancias cumplen un papel fundamental tanto para los chamanismos como para el chaman. A la vez que adquiere significados comprensibles no solo para las colectividades que las usan sino para la mirada que los investiga.

Algunas sustancias derivadas de plantas y su uso colectivo, fundamentan los chamanismos, mas no se restringen a estos. Son herramientas que hacen parte de las técnicas arcaicas del éxtasis mediante las cuales, las colectividades alcanzan un desarrollo social equilibrado y trascendente, derivado a la vez, de la activación de procesos físicos y psíquicos que en su momento el chaman dirige y orienta.

Por otro lado las drogas permiten y facilitan el desarrollo de las capacidades para cumplir el oficio del chaman. Oficio que en buena medida depende del uso y consumo consensuado de sustancias derivadas de plantas por parte de individuos que a nivel social, terminan por ser reconocidos como sabedores de las técnicas arcaicas del éxtasis, encargados a su vez de ordenar y orientar la colectividad para asumir el día a día.

NEOCHAMANISMOS: ENTRE EL MERCADO
DE LAS CREENCIAS, Y LA NUEVA ESPIRITUALIDAD.

Hasta este punto se ha venido hablando de chamanismos clásicos o tradicionales. Chamanismos que poseen una característica fundamental; y es el de desarrollarse en contextos “primitivos”, alejados de la civilización occidental, con un antecedente de miles de años de práctica y aplicación.

No obstante, desde la década de los ochenta en Europa y Estados Unidos (especialmente), se presenta un pseudo-chamanismo o neochamanismo, inspirado en las prácticas ancestrales de los pueblos primitivos, las cuales son adaptadas como modelo para la toma de sustancias alucinógenas, incluso, como pilar de evolución personal (Fericgla, 1998).

Los neochamanismos occidentales, se manifiestan como un tipo de filosofía e idiosincrasia inspirada en lo tribal y primitivo, puesta al servicio de miles de occidentales que buscan en este fenómeno la cura y tranquilidad a los problemas sociales, culturales, físicos, y psicológicos preexistentes. No obstante, al interior de este fenómeno hay tendencias fuertes a ver los neochamanismos por un lado como chamanismos de consumo, y por otro, como una herramienta eficaz y efectiva de cambio social.

En el contexto del neochamanismo como chamanismos de consumo, se encuentra el investigador con grupos de profesionales, pseudoprofesionales y paraprofesionales, que ven en los nuevos chamanismos una forma de terapia psicológica y social, parafraseando a Fericgla, ofrecida a sus pacientes y el común de las personas “como si se tratara de una técnica tan simple, como cocinar salsas tropicales para ensaladas”. Todo esto por solo cien mil o doscientos mil pesos que pueda valer la “toma”.

En este medio es común encontrar algunos oportunistas, que organizan viajes de occidentales a la selva peruana, brasilera o colombiana, con el fin de tener una experiencia chamánica. La mayoría de estos neochamanismos son el resultado de la oportunidad que ve el indígena en la credulidad del occidental, a la vez, que es el resultado del consumo de los chamanismos como un articulo más del supermercado de las creencias y fa- natismos en los cuales a caído la nueva era y el mundo occidental actual.

Consecuentemente es común el encontra personas en las urbes colombianas que organizan la “toma” de x o y sustancia, a un precio módico y bajo el manto protector de un x o y taita o chaman, quien es contactado con anterioridad por los “organizadores” y puesto al servicio del “bien” común.

Por lo general estas “tomas”, se realizan a las afueras de las ciudades, bajo la guía del “chaman”, que “oficia” la ceremonia; en la cual, personas que por lo general ¡apenas si se conocen!, beben sustancias de tipo alucinógeno y entran en algo no menos que una intoxicación colectiva.

Dejando por sentado esta visión crítica del neochamanismo, y concluyendo este escrito con elementos un poco más propositivos, podemos tener en cuenta al neochamanismo como un hecho social que puede ir hacia una dirección diferente a la del pseudoconocimiento y el mercado de las creencias. Entendiéndolo como un fenómeno que “combina aspectos específicos del chamanismo tradicional, procedentes de diversas sociedades alrededor del mundo, con un nuevo complejo de prácticas y creencias” (Doore, 1998).

Desde esta perspectiva, los neochamanismos en parte responden a una experienci de búsqueda de una nueva espiritualidad por parte de los occidentales. Espiritualidad que se pretende encontrar mediante sistemas de conocimiento no occidentales. Estos sistemas, en buena medida, son aprendidos por occidentales en los contextos primitivos y traídos al contexto civilizado, en el cual se mezclan con los conocimientos propios de occidente, y se aplican en pro de soliviar las tensiones y penas sociales e individuales aquí y ahora.

Desde esta perspectiva el neochamanismo se postula como un movimiento acorde a nuevas corrientes místicas y espirituales que han despertado en occidente durante las últimas cinco décadas. Mediante este fenómeno se intenta cambiar la conciencia individual y colectiva, en pro ya no de la autodestrucción, sino de un desarrollo sostenible,equilibrado y sin inequidad.

En este caso el neochamanismo no constituye una moda o un objeto para el mercado de las creencias, sino que supone una tendencia fuerte y potente, capaz de cambiar radicalmente los valores, creencias y sentido de la sociedad occidental (Malpica, 2003).

NUEVAS IGLESIAS RELACIONADAS CON DERIVADOS DE PLANTAS


Como iglesias se sugiere entender las diversas colectividades al interior de las cuales, la cosmovisión religiosa es el fundamento de la comprensión del mundo social, germen, y guía para la acción colectiva. Las iglesias se consolidan en comunidades que constituyen grupos organizados, con líderes formales, programas y rituales específicos, y objetivos trazados de antemano (Barabás Alicia, 1994).


Como señala Alicia Barabas, para el caso de las nuevas formas de asociación religiosa que se tienen aquí en cuenta, la religión y las prácticas religiosas relacionadas con sustancias derivadas de plantas, específicamente de tipo alucinógeno, se consolidan como un elemento aglutinador, que buscan mediante su accionar, el concretar las expectativas de vida en sociedad. En este contexto, la religión, en especial las prácticas religiosas con sustancias derivadas de plantas (como vehículos de sacralidad) generan y mantienen estas iglesias, a la vez que facilitan la organización de la vida en sociedad.


El primer registro que se tiene del consumo de sustancias derivadas de drogas de tipo alucinógeno, por parte de una iglesia, data de finales del siglo XIX, época en la cual se origina la IGLESIA NATIVA NORTEAMERICANA. Iglesia para la cual el cactus péyotl,3 reemplaza y toma el lugar de la ostia al interior de las prácticas religiosas de la colectividad. Esta iglesia se desarrolló el interior de pueblos indígenas de Norteamérica, especialmente los Navajo, y se usó desde un principio como instrumento de defensa, ante el hombre colono dominante.


El poseer aproximadamente 250.000 miembros consumidores de “péyotl” fue, en su momento, un antecedente más que suficiente para que ésta sustancia fuera legalizada por el gobierno de Estado Unidos en el año de 19944. Momento en el cual se determina por parte de la autoridad que el “uso, posesión o transporte de peyote por un indio, con fines y propósitos tradicionales, en conexión con la práctica de una religión india tradicional, es aceptado por la ley, y su empleo no es prohibido en los Estados Unidos o cualquier Estado”.5


Posteriormente es él “chaman” Jonh Wilson y el jefe comanche Quanah Parker, quienes el 10 de octubre de 1918, establecen la IGLESIA NATIVA NORTEAMERICANA en Oklahoma EU. Actualmente después de las discriminaciones raciales y los estigmas políticos, esta iglesia a continuado expandiéndose incluso hasta el Canadá; a lo cual se suma que en 1979 surge una nueva Iglesia “el camino del peyote a dios” en Arizona6 (Anderson 1980; Mount 1987, citados por Ott. 1998).


Paralelamente y casi de manera sincrónica, el hecho histórico de reaparición de este tipo de práctica y el surgimiento de este tipo de iglesias al interior de la sociedad occidental moderna, se manifiesta al occidente del África ecuatorial, en los territorios que actualmente se conocen como la república de Gabón, al interior de una iglesia de corte cristiano llamada BWITI.

Esta iglesia, comenzó a utilizar raíces de un arbusto llamado “iboga”, (vegetal contenedor del alcaloide “ibogaina”, sustancia de tipo alucinógeno o enteogénico) como sacramento religioso7. Se documenta por algunos autores, que el culto sincrético del Bwiti, surge como resultado de los contactos con evangelistas católicos y los misioneros protestantes colonizadores de estos pueblos.


A partir del contacto cultural se desarrollan dinámicas reinterpretativas de los mitos bíblicos relacionados con Adán y Eva, el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal, la trinidad cristiana, y el diluvio universal.


Durante la colonia francesa en Gabón, especialmente en las décadas de 1920-1940, los misioneros con el apoyo tácito del gobierno colonial ejercieron una fuerte represión contra la iglesia Bwiti. No obstante esta iglesia continuó creciendo, y se identificó de momento con el nacionalismo y sentimientos anticolonialistas que culminan con la expulsión de los franceses y la instauración de la nación de Gabón con un presidente Bwitista al mando.8


Teniendo en cuenta la reaparición del uso de sustancias derivadas de plantas, de tipo alucinógeno o enteogeno en diferentes puntos del mundo, casi al mismo tiempo y al interior de iglesias fuertemente constituidas, debemos por último remontarnos a los años treinta del siglo XX, momento en el cual aparecen varias iglesias Ayahuasqueras en Sur América, específicamente en Brasil en el estado de Acres.


En la década de los 30`s es fundada la iglesia Alto Santo en Río Branco (Acres) por el maestro Raimundo Ireneau Sierra. En 1945, Daniel Pereira de Matos, funda la iglesia Barquinha, en el mismo lugar. En la década de los 60´s se forma la unión del vegetal (UDV) en Porto Velho, a través del maestro José Gabriel de Costa. En la década de los setenta aparece el centro ecléctico de fuente de luz universal Raimundo Irineau Serra (CEFLURIS), liderado por el padrino Sebastián Mota Melo, última iglesia conocida también como Santo Daime. 9


Estas Iglesias Ayahuasqueras, se caracterizan por el uso, con fines religiosos de Ayahuasca o “la liana de los Espíritus”. El cual es un complejo (mezcla) de sustancias vegetales con propiedades modificadoras de conciencia de tipo alucinógeno, extraídos del tallo de una liana Banisteriopsis caapi (Planta base contenedora de IMAO), la cual es combinada con otros elementos vegetales, principalmente con las hojas de un arbusto llamado Psychotria viridis (Planta aditivo, contenedoras de sustancia alucinógena) y es utilizado como vehículo de sacralidad al interior de éstas iglesias.10


Para concluir es vital tener en cuenta que estas iglesias se originan casi al mismo tiempo y en diferentes partes del mundo a partir de privaciones vividas por los pueblos, derivadas principalmente de la situación de dominación impuesta por parte de la sociedad colono dominante. Ante la privación y precariedad que impone la dominación colonial, estas iglesias responden mediante el consumo sacralizado de sustancias derivadas de plantas, en su totalidad de tipo alucinógenas, lo cual, como se ha comprobado, genera nuevos significados de vida en sociedad y ha resultado la manera más efectiva de resistir y responder ante los embates culturales de la dominación colonial.


Además, es relevante para el estudio científico de este tipo de fenómenos relacionado con el uso de sustancias derivadas de plantas, que en su totalidad estas iglesias resultan ser una mezcla, una síncresis, de prototipos indígenas y elementos cristianos; la cual busca la integración de la colectividad a través de un sistema cultural y un proceso ritual, cuya autoconciencia no tiene que ver con la cultura dominante ni con la cultura nativa, sino con un proceso particular y especifico en sí mismo (Aberle, 1966; De Carvalho 1994).



Como se dijo anteriormente, estos tipos de iglesias tienen un elemento en común, y es que se consolidan a partir del consumo de diferentes sustancias derivadas de plantas, específicamente de tipo “alucinógeno”. La experiencia lograda a partir del consumo de estas sustancias conduce a una percepción diferenciada del significado del mundo interno y externo de significancia personal (Aberle, 1966); de manera que, quien consume dicha sustancia pasa de vivir el día a día, a pensar autorreflexivamente, entrando en una nueva dimensión de pensamiento11.



MOVIMIENTO CONTRACULTURAL. ALGUNOS DERIVADOS DE PLANTAS PROHIBIDAS Y CONTRACULTURA.


La mayoría de estudiosos ubican el surgimiento de movimiento contracultural a mediados del siglo XIX en Europa. Dichas colectividades, estaban compuestas por personajes en su mayoría artistas y bohemios. Uno de los principales ejemplos es el famoso “Club del Haschis”12. Club que termina consolidándose como una respuesta contestataria al interior de la sociedad de la época, centrada en debatir los principios y valores civilizatorios y en proponer una nueva manera de desarrollo social a partir de nuevas formas y valores sociales, libres de distorsión y manipulación, enfocadas a garantizar el desarrollo sostenible de la civilización a partir del uso “libre” de “drogas” y el acceso libre a los estados mentales a los cuales conducen.


No obstante este antecedente histórico, solo hasta la década de los sesenta podemos situar la consolidación del movimiento contracultural como tal. Para este entonces el termino underground empieza a resultar inadecuado para cualificar la forma de acción colectiva del disenso o la reacción juvenil, en la medida en que desde este sector se empieza a confiar como nunca en la palabra escrita, el teatro, el signo gráfico y el experimento sociocultural hippie, mostrando nuevas formas de acción política y a las drogas como catalizadoras de estas novedades (Escohotado, 1996).


El movimiento contracultural abarca en su momento, una propuesta de realidad social que disiente del sistema americano y propone soluciones y modos de lucha alternos a los tradicionales. Desde sus inicios, el movimiento es de carácter propiamente cultural, lo que permite cierta flexibilidad al accionar colectivo, nuevas formas de expresión y el centrarse en combatir los valores tradicionales que dan sentido a la sociedad occidental. Sin embargo esta dinámica altamente cultural, cambiaría a partir de 1968 hacia una fuerte politización del movimiento contracultural, esgrimiendo valores y objetivos más claros y menos efímeros que en el pasado inmediato.13


Para este entonces al interior del movimiento contracultural surgen diversos objetivos centrados en combatir la ambigüedad y la falsedad de las generaciones adultas; el mantener la critica a la razón ilustrada e insinuar una racionalidad diferente a la impuesta, emanada de una “nueva sensibilidad”. Y el generar una revolución estético-psicodélica de la liberación individual, mediada por el uso de drogas o sustancias derivadas de algunas plantas, hongos y otras fuentes. Más allá, incluso, de la organización social o la política. (Maffi Mario 1972; Francesc Freixa i Santfeliu 1982; Roszak Theodore 1981; Escohotado 1996)


Con el tiempo, muchas de las manifestaciones culturales que se generan en el contexto propio de la contracultura, son asimiladas, reprimidas y absorbidas por el sistema social. El cual, a la vez que desvirtúa la contracultura, la convierte en objeto de mercado. De esta manera, la presencia del movimiento contracultural, resulta doblemente beneficioso para el sistema social dominante; dado que, al tiempo que elimina una fuente de conflicto social, indirectamente abre un nuevo mercado económicamente rentable, la moda de las drogas y la respuesta supuestamente revolucionaria que hay en la contracultura o la cultura underground.14


● Derivados de plantas (“Drogas”) y contracultura.


Tales son las funciones y sentidos adquiridos por las “drogas”, que es posible graficar el papel histórico de éstas al interior del movimiento contracultural. Consecuentemente, en un principio las drogas tendían hacia la ampliación del mundo de la experimentación literaria. Luego, fungen como instrumento de liberación e iluminación individual, para después convertirse en real y auténtico componente social del movimiento contracultural, el cual encuentra nuevos planos de comunicación y acción a través de las “drogas”. (Roszac, 1981).


No obstante se podrá sostener que las “drogas” poseen una relación tanto positiva como negativa con este tipo de movimiento, en la medida en que por un lado catalizan y modifican los aspectos propios de las colectividades, actuando como fuentes de nuevos sentidos de acción social y desarrollo cultural. Y por otro lado, han sido la piedra en el zapato de miles de jóvenes que no han encontrado la salida a los posibles problemas que conlleva el uso indebido y el abuso de este tipo de sustancias, al igual que el consumismo de drogas y la represión política.


Acorde a la primera postura y citando a Theodore Roszac, debemos tener en cuenta que “si aceptamos la proposición que la contracultura es, esencialmente, una exploración del comportamiento concreto de la conciencia, entonces la experiencia psicodélica se nos muestra como uno, entre otros, de los métodos posibles de realizar esa exploración. Se convierte en un medio químico ilimitado para un fin psíquico más grande, a saber, la reformulación de una personalidad, sobre la cual se basan en último término la ideología social y cultural” (Roszac, 1981).


En este sentido las “drogas” y la experiencia de su consumo se presentan como común denominador de las múltiples formas de contracultura en occidente. “entonces las drogas se convierten en revolucionarias en sí y para sí, se convierten en unos de los medios para realizar la revolución social… se atribuye a la droga la tarea de reestablecer la plena potencialidad y creatividad del individuo…para las dificultades de adaptación y de relaciones interpersonales, para una participación más libre y fluida en las luchas que se perfilan en el horizonte”. (Maffi, 1972)


No obstante ante esta mirada algo utópica, surge otra algo contradictoria, en la medida que las drogas se muestran por un lado como liberadoras del individuo en sociedad, generadoras de cambio del modo de conciencia predominante, alentadoras del movimiento contracultural, impulsoras de la acción colectiva contenciosa. Pero por otro lado, y contrario a esta posición, ante el fenómeno del movimiento contracultural en relación con las drogas surgen visiones que consideran a éstas sustancias un elemento “quemadero” de generaciones enteras, en este contexto las drogas se tienen en cuenta como fuentes de viaje sin retorno, del cual pocos han vuelto y del cual poco o nada se puede extraer como resultado.


En la actualidad, ésta expresión nefasta y negativa es la que en últimas adquiere el movimiento contracultural y las drogas en sí. La experiencia psicodélica a partir de las drogas es absorbida por el estado de cosas dominante, de manera tal, que el psicodelismo amorfo y alienado, disminuye la conciencia colectiva mediante fijaciones mercantiles y comerciales (la moda de las drogas). Se venden modos y estilos de vida que de ser en su momento, anti-cultural o contracultural, pasan a integrarse al sistema social de valores predominante, ante el cual simplemente se guarda un bajo perfil.

Sin embargo quedan algunas preguntas latentes. Acaso, ¿las drogas (no institucionalizadas) pueden consolidarse como un factor de cambio cultural? Obviamente la respuesta no es fácil y la pregunta resulta aún vigente. Por el momento podemos considerar que, tanto a nivel individual como de movimiento social contracultural, la respuesta (que en parte se deriva del uso de drogas) ataca el modo de vida mas no el modo de producción, y de ahí que las conductas tanto del individuo como de colectividades puedan ser fácilmente instrumentalizadas, dominadas y sometidas al hegemón contra al cual supuestamente se combate y contesta. (Francesc Freixa I Santfeliu. 1984).


Anexo a esta inquietud cabe preguntarse, ¿acaso son o no las drogas contestatarias, disidentes y revolucionarias en sí mismas y para los fenómenos relacionados con Ellas? Ante lo cual, faltaría determinar si son o no “quemaderos” de intelectuales y abismo sin fin, del cual nadie ni nada se sobrepone. Y por último es vital cuestionarse como lo hiciera Alain Patrick, si acaso ¿es el uso de una droga lo que vuelve asocial al individuo o la colectividad?, ó ¿es el hecho de volverse asocial lo que lleva al uso individual o colectivo de una droga?


Ante estos interrogantes, pareciera que las influencias y relaciones entre drogas y movimiento contracultural son recíprocas. Sin embargo se debe tener en cuenta un aspecto de vital importancia, como lo es el conjunto de circunstancias que hacen que las sociedades desarrolladas y complejas como las occidentales, engendren en sí misma su contra-cultura, la cual nace de su complejidad y de sus contradicciones internas.


Además es necesario tener en cuenta (como lo sugiere Freixa), que nadie puede pretender transformar una dinámica social sin una transformación de la base que la mantiene, y en ese sentido estricto, las drogas en occidente, aún no se han consolidado siquiera como un pequeño instrumento de cambio. Así, hasta ahora, el movimiento contracultural intentó e intenta transformar aspectos de la sociedad occidental, pero quedan sometidos y subordinados al valor que pretenden contrarrestar.



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