domingo, 27 de julio de 2014

MEMORIAS PSICOTROPICAS DE UNA CANDIDATURRA KOLINA

“Como Satán caído del cielo; así es vista la Marihuana Sagrada”
Juan Leguízamo (Colectivo Si a la Dosis Personal, U. Distrital).

El Movimiento Social Antiprohibicionista, postprohibicionista o cannabico de Colombia, no es; pero está siendo. Hace 7 años en Colombia se viene manifestando en diferentes escenarios y de múltiples maneras, un inconformismo e insatisfacción frente la cultura, economía y política de las “drogas”, y las nefastas consecuencias a nivel socioeconómico y agrario que ha tenido la aplicación de la guerra contra las “drogas”, que no es más que una guerra encubierta contra el campesino, jíbaro, usuario y no usuario de plantas prohibidas y sustancias derivadas.

En diferentes ciudades del país y acorde a la tendencia mundial, cientos y miles de personas se concentran, marchan, y se plantan, en busca de ser escuchados, construir alternativas al conflicto de las “drogas”, y esclarecer uno de los problemas socialmente relevantes para Colombia, que ha generado una “Farmacrácia” corrupta cuya expresión emblemática es la narco-sociedad colombiana.

Hace 10 años, en medio de la insatisfacción mediática que genera un artículo amarillista del periódico La Patria de Manizales, se despierta en mi sujeto, un tipo de accionar que me conduce a configurar un estilo de vida que podemos catalogar como “activista” “antiprohibicionista”, mejor aún militante postprohibicionista de las plantas y sustancias derivadas. Muchas acciones locales e internacionales, encuentros y desencuentros, engaños y aciertos, verdades y mentiras han pasado durante estos 10 años, sin embargo sigue en pie la firme convicción que uno no es uno cuando se trata de acción colectiva, y que los procesos sociales, no solo responden a una naturaleza social; también responde a intereses mezquinos o altruistas, y ante todo, son procesos históricos de larga duración.

Una de esas historias es la reciente campaña al Senado de la Res-pública, por parte del movimiento social antirpohibicionista colombiano. Desde mediados del 2013 algunos individuos y colectivos se habían inquietado por la participación política electoral. A la vez, algunos miembros del partido Progresista se habían acercado a la colectividad Cannábica y plantearon la posibilidad electoral para el movimiento. De estas intenciones viscerales de la colectividad, y la oportunidad política que brinda un partido tradicional en medio de unas elecciones coyunturales, nace la Candidaturra Kolina al Senado, por parte de la facción plon-lítica  del movimiento.

Durante 2 meses sondeamos la intención electoral de algunos colectivos a nivel nacional, inquietamos sobre la opción de lanzarnos al ruedo electoral, y aprovechar la oportunidad política de un partido, que si bien es de izquierda, se encuentra inmerso en las dinámicas electorales y partidistas de una democracia gastada y corrupta, inserto en unas elecciones de maquinarias aceitadas y filosas. El consenso de los colectivos e individuos a nivel nacional opto por la participación electoral, siempre y cuando, el Movimiento Social Antirpohibicionista o Cannábico no perdiera su esencia e independencia propia de un proceso de base comunitaria, y el “candidato” más que un representante fuera un vocero de los colectivos y los ciudadanos afectados e inconformes con la política, cultura y economía de las “drogas”.

En medio de la des-organización y entre porro y porro se construye una propuesta de gobierno  clara, sensata y realizable (www.senadokolino.org). A nivel operativo los objetivos comunes eran ganar la curul del senado y no quedar endeudados. Los objetivos generales fueron generar y apoyar la(s) cultura(s) relacionada(s) con plantas prohibidas y sustancias derivadas, construir políticas sobre “drogas” incluyentes, participativas y acordes a las necesidades locales y tendencias globales sobre drogas, en especial el cannabis, a la vez, proponemos una revisión de las economías legales e ilegales que se desarrollan en torno a estas sustancias. Obviamente presentamos objetivos metodológicos los cuales sugieren desobjetivar y desenfocar la manera de abordar las drogas, dando paso a un programa que va más allá de un calabozo, un tratamiento como enfermo adicto, el asistencialismo seudosocial corporativo, o una moda marihuanera.

La filosofía de la candidaturra se nutre de la crítica constructiva que deriva de una kolineria constante y sonante, una filosofía de la liberación radical de los elementos de la naturaleza que están al servicio del bienestar humano, tal cual es el caso de la marihuana. El método de acción, más allá de lo propiamente logístico, consistió en irrumpir en lo público, definir y compartir un objetivo común y alcanzable, visibilizar el fenómeno por los medios alternativos de comunicación, articularnos de manera real con las comunidades campesinas, científicas, traficantes, usuarias, no usuarias, consumidoras de plantas prohibidas y sustancias derivadas, que condujera a una construcción comunitaria de la realidad social de estas sustancias. “¿Dónde queda su sede, señor candidato?”… Pregunta ante la cual de manera jocosa y con orgullo respondíamos….nuestra sede es LA CALLE…

Cuando menos lo esperábamos, luego de un leve desenganche de las intenciones electorales, suena el teléfono, era una llamada del comité electoral del partido en la cual realizan una pregunta, “¿Qué numero quieres en la lista al senado?”...Luego de haber pujado por candidaturas a cámaras de representantes, de repente se abren las grandes ligas del plano legislativo….No las creíamos, tanto así que al día siguiente 9 de diciembre, confirmamos nuestra incredulidad cuando de repente en las listas oficiales no aparecía el nombre del candidato Kolino. Por presiones políticas ajenas, en la primera instancia de inscripción, y en medio de una traba alcohólica, nos comunicaron que no estábamos registrados y toco esperar la asignación de un reglón…empezaba el viacrucis electoral, a la vez que nos enfilábamos en la primera candidaturra kolina colombiana.

Con la asignación de un reglón en la lista del partido, el número 72 verde Cannábico progresista empezó a sonar, a mostrar el trabajo colectivo y ante todo, a demostrar que los activistas, usuarios, y simpatizantes de las plantas prohibidas tenemos razones, valores y propuestas adecuadas ante una nefasta y devastadora guerra contra las drogas. Sin dinero en el bolsillo, sin la cuenta electoral activada, sin prestigio nombre o apoyo corporativo, iniciamos nuestra participación electoral en medio de las marchas petristas en las cuales planteamos un horizonte más allá de Petro, inclusive más allá de una curul del senado, la fama y reconocimiento de un líder carismático.

Desde la solidaridad, la mutualidad y la colaboración colectiva, emprendimos un recorrido a pie por algunas ciudades cercanas a la propuesta. Manizales nos recibió en plena feria y abrió sus puertas a los kolinos candidatos. Pereira evalúo de forma crítica y acertada los niveles de representatividad, calidad y cualidad del candidato a la hora de cumplir un papel electoral. Cali reconoció a su hijo pródigo y se levantó de nuevo en pie de lucha sumando a la cultura electrónica como aliado estratégico. Ibagué sufre la visita de la candiaturra en medio del sonido de rap marihuano de Lg Prada. El Cauca se asomó por primera vez, y en menos de un mes nos atendieron sus tierras. Se concretaba un primer viaje por el psicotrópico país de las drogas baratas, la incertidumbre social, la inoperancia estatal, el asistencialismo tecnocrático y el conflicto narcopolítico, generador de campesinos abandonados, individuos encarcelados y consumidores desinformados y apáticos.

En Bogotá, la falta de recursos económicos se contrarrestaba con la abundancia de capital simbólico reflejado en acciones disruptivas, solidaridades cómplices de una candidaturra kolina, y un ambiente colectivo esperanzado en un golpe de senado kolino. Sin alianzas, preventas, ni amaños, nos fuimos abriendo paso en medio de un debate cerrado, desorden partidista a la hora de generar una convergencia real, y la competencia “sana” entre más de 700 candidatos a 100 curules del senado.

De nuevo en carretera  el Cauca se consolida como paraíso de los cannábicos buenos, que cuando mueren no van al cielo sino al Cauca…sin embargo es mejor ir en vida y no esperar el apocalipsis de esas bellas tierras. A las 9:30 de la noche iniciamos desde Santander de Quilichao una entrada ingenua e irresponsable a una zona roja, manchada de sangre que brota de un conflicto armado de más de 50 años, alentada por el cultivo de plantas de uso ilícito y habitada por los seres más transparentes que un citadino pueda encontrar.
En medio del camino un retén militar nos detiene…el olor a pisca era más que evidente, acabábamos de fumar…”por aquí huele a María”…dice el comando militar…” ¿Llevan leña al monte? ” pregunta de forma jocosa y nos dice; “de aquí para allá (señalando la montaña), no respondemos”, a la vez advierte que ningún rostro es conocido y espera que no bajemos nada comprometedor. Seguimos el recorrido pasando la frontera estatal del conflicto, internándonos en un territorio desconocido y ajeno, oloroso, pegajoso y paradójicamente calmado. Los campesinos productores de cultivos de uso ilícito nos esperaban, un alimento, reconocimientos mutuos y una noche en el campo colombiano acompañado de libras de bareta y 5 soldados de la Marihuana.

La intención directa de la visita al Cauca no fue hacer campaña electoral, fue reencontrarnos con nuestros amigos del campo, reconocer el origen productivo de la marihuana, y fortalecer los lazos entre activistas usuarios de cannabis y campesinos cultivadores del fruto prohibido o marihuanicultores como les gusta autodefinirse. Estoy seguro que fuimos de los pocos candidatos “urbanos” que entraron en zona de conflicto armado. Sin embargo, el llegar a compartir información, momentos y visiones de la realidad social, cumplió y fue consecuente con la labor política y cultural propia de la Comunidad Cannabica Colombiana. Labor que no desentono con el respeto político que merece una comunidad vulnerable frente la politiquería clientelista tradicional, que genera un ambiente de sosiego en medio de las balas. Como diría un famoso TAG de la época, “en campaña, el campesino es un ciudadano, luego es un terrorista…Arriba el paro agrario…”
El segundo día en el Cauca, de 4 que estuvimos, fue una explosión de valores y verdades solapadas tras el miedo del estigma. “Somos campesinos productores de cultivos denominados ilícitos…y llego la hora de hablar sin miedo”, fueron las palabras iniciales del foro-encuentro entre activistas y campesinado. Campesinos valientes y activistas usuarios no vergonzantes, se encuentran tras el telón del tabú cultural que la política de guerra contra las drogas ha generado en Colombia. El reconocimiento como productores y consumidores genera un lazo identitario que afianzó la relación de confianza entre individuos citadinos y campesinos no vergonzantes que viven la cultura de las plantas prohibidas y construyen política comunitaria sobre drogas.

No llegamos al Cauca a realizar proselitismo político, fue el planteamiento inicial de nuestra participación….llegamos  a realizar talleres teórico práctico sobre cultivo, gastronomía, medicina, industria, cultura y política de plantas prohibidas y sustancias derivadas. El estigma negativo cayó sobre nosotros, a la vez que evidenciamos la negativa y rechazo del consumo en territorios productores, nuestra primera lucha fue hace respetar el uso propio del Cannabis, a la vez la primera tarea del campesino productor fue reconocer y comprender nuestro uso. Nunca habíamos estado en medio de montañas de Marihuana y Coca, a la vez, la inmensa mayoría de los campesinos acompañantes, nunca había estado cerca de un bareto en combustión... Como diría el célebre graffiti en Cartagena del Chairá cuando era zona de distensión, “Aquí la hacemos, pero no la metemos”….premisa cultural que nos arrojaba al cepo tradicional, y condena a las juventudes modernas que no les interesa hablar lengua y andan cerca de los consumos masivos de cultura chatarra o moda marihuanera.

Doña Leonor habla en lengua Nasa, y a través de un traductor entendemos que la unión entre campo y ciudad es un vínculo estratégico frente la guerra contra las drogas.  Comprendemos que los actores reales que viven el conflicto de manera directa no están tenidos en cuenta a la hora de definir la situación política y económica sobre drogas en la Habana Cuba, y que aquí, en la zona de cultivo y de guerra, la tradición campesina e indígena se ve relegada al autoritarismo insurgente y el allanamiento estatal.
“¡Usted que nos va a venir a enseñar a cultivar marihuana¡”, me reclama un campesino a la hora de ejecutar un breve taller de cultivo de la planta sagrada. En ese instante pregunte al público, “¿Quién sabe cultivar marihuana?”; solo 6 levantaron la mano, de aproximadamente 150 personas….”¿Quién quiere aprender a cultivar marihuana?”…cientos de manos se alzaron en el aire. Si bien el campesino del cauca sabe cultivar cientos de productos legales e ilícitos, el efecto negativo de la prohibición  y la revolución verde, genera una ausencia de técnica adecuada, una economía emergente que suple lo necesario, y un mercado donde los comercializadores no asumen su responsabilidad social frente la comunidad campesina productora.

En medio del campo que de vez en cuando es el campo de batalla y no  despensa alimenticia,  me doy cuenta que si bien el habitante de lo urbano tiene conocimientos sobre cultivo necesarios a la hora de mejorar el cultivo de marihuana del Cauca, el campesino contiene saberes secretos que se combina de manera magistral con la visión de un mundo de la vida natural, fresco y revitalizado. Como cultiveta entregue mi limitado conocimiento, como persona, recibí ilimitados saberes. El puente entre el campesino productor y el marihuanero consumidor se ha construido…más allá de una candidaturra kolina, los seres sociales de una cadena mafiosa generadora de muerte, se encuentran en un contexto vital generador de vida y frutos sociales.

Con mi maestro y guía, el señor Olmes Ortíz (líder de la Comunidad Cannabica Colombiana CCC), nos desplazamos de la montaña a la ciudad de Popayán. Popayán es un bastión emblemático del movimiento social antiprohibicionista. El colectivo Voces Interactivas Reclamando Soberania (VIRS), nos recibe con amabilidad y una agenda mediática jamás pensada. Luego de la humildad del campo, pasamos a cabinas radiales y sets televisivos. Una sociedad conservadora recibe una propuesta libertaria. Me encuentro con el candidato al senado y exsecuestrado Sigifredo López, quien con buen ánimo me saluda y dice “!Ah, vos sos el ambientalista”?, ante lo cual respondo, “No…Yo soy el marihuanero”…risas, más de cobardía que de aceptación, se suman al rubor colectivo que genera el develar una cara oculta y no digna de la mayoría de marihuaneros vergonzantes…Sigifredo habló 45 minutos por radio. Lukas, dialogó 25 minutos por radio sin pagar un peso…Medios de medios, ojala sean un medio de liberación.

De nuevo en el acelere de la iliquidez monetaria nos invade, sin embargo empezamos a subir al centro de la acción. Mi maestro Olmes luego de acompañarme por la bella Cali se desplaza a Medellín y yo vuelvo a Bogotá a seguir la misión electoral. Sin contador, recursos y publicidad City TV y el programa Bravissimo nos invita a participar al debate político sobre “drogas” en contexto electoral. Llegar con una planta de marihuana a los estudios no fue casual…el entrar al camerino y ver la doctora Fracisco, (ex - fiscal y candidata liberal al senado), evitar el contacto con el vegetal fue más que estratégico… sin embargo y con algo de coraje nos sacude aún el ver como el canal City TV del Tiempo nos censura en su canal virtual (Ustream). Luego de 3 días de emisión televisiva censuran al candidato kolino. ¿Por qué censuran al candidato Kolino?, sobre todo, luego de una fantástica y entretenida entrevista que duro el doble del tiempo esperado, desato controversia en el set y argumento una posición valorada y reconocida por el mismo Hernán Orjuela?...¿Será que los marihuaneros y marihuaneras de Colombia tenemos argumentos reales y de peso frente al estupefacto y decadente escenario que genera la política prohibicionista de las plantas?

City Tv no fue el único canal comunicativo que censuro al candidaturro, la W nunca nos tuvo en cuenta siempre y cuando algunos personajes rindieron sugerencias. El Pasquín EL ESPECTADOR, remata la exclusión social a las minorías activas y no invita a la nota “candidatos con agenda de drogas”, la cual contó con media docena de candidatos “Kolinos” pero no invito al Kolino. Como diría el amarillista y mediocre periodista en el 2010, luego de su fatídico reportaje “Marihuaneros cívicos de Cali”…“la cuestión es que no vende”. Porque será que el Espectador, supuestamente interesado y cercano al movimiento cannabico ejecuto tan magna exclusión… !ah¡ si verdad, la vaina es que NO VENDEMOS, NI SOMOS VENDIDOS… De resto pues nos clausuraron hasta el Twiter y en últimas nos rayaron la cara desde el Tiempo, pero solo el tiempo nos dará la razón, porque entre medios y modas mejor seguimos siendo activistas reales, no especuladores radiales, mucho menos asistencialistas tecnocráticos seudosociales.

Medellín querida y pequeña pequeña Ditroit recibe con agrado la participación, eleva su vos en apoyo al candidaturro y de nuevo Karoty, Don Marcha, los maestros Mejía, Olmes y Voso de Leche son los mejores anfitriones que un plonlítico prodigo pueda tener. Medellín ciudad que me vio nacer, cuna del activismo cannabico colombiano y lugar con la mayor tradición a la hora de marchar por la planta …. Cerca y propia y a la vez lejana, enclaustrada y relegada…

De nuevo a las carreteras…Activistas de Chile llegan a nuestro país mostrando unos cortos ganadores del festival “volarte de Chile” (cortos) sobre la marihuana, sus diversos usos y mitos y representaciones locales. El colectivo cultiva tu mente de Pereira abre espacio en la ciudad, el candidato es invitado al debate gracias a benefactores incondicionales, se genera el reflejo y contraste del movimiento colombiano y el chileno, visibilizamos nuestra buenas prácticas y escuchamos consejos externos para aprender de las lecciones de la vida social del movimiento antiprohibicionista colombiano, carente de recursos económicos, autonomía de acción y gestión.

Derivado del escaso recurso económico y la falta de prontitud bancaria no viajamos a Santander y la costa atlántica. Sin embargo reconocemos el poder de acción, y agradecemos el apoyo que el Movimiento Procannabico de Santander, la Comunidad Cannabica Cúcuta y la Comunidad Cannábica de Barranquilla y Cartagena dieron a la causa. Igualmente se agradece el apoyo de cómplices como Cannabis Jeans y Gamboa y Asociados, emprendedores de la industria del cáñamo y abogados defensores de los derechos humanos de los usuarios de marihuana que sirvieron como plataforma de acción y respaldo incondicional a la hora de emprender la travesía electoral.

De nuevo en la capital y cercanos al día electoral nos concentramos en tejer nuevas redes de apoyo, solidarizarnos con las campañas al margen de la politiquería, ofertantes de propuestas alternativas y de bajo perfil pero alto impacto. Funza, Mosquera, Cajica y Tabio, y ante todo su cerveza barata reciben la visita del candidaturro, radio y medios comunitarios escuchan la propuesta que devela la ausencia de criterio y herencia familiar en el POT capitalino, a la vez que subraya la codependencia de un municipio secundario a un mercado ilícito mundial. (Cerveza a $1.200. Funza es el paraíso del cervecero).

El cierre de campaña fue como la apertura; inexistente. Nunca generamos algo nuevo, siempre fuimos fieles a las propuestas kolinas del movimiento cannabico colombiano y catalizamos una experiencia más que de visibilización, de madurez colectiva frente aspectos tan ignorados y repudiados como la participación electoral. Luego de la censura del programa bravvisimo de City TV, la clausura del Twiter, y la exclusión del periódico El Espectador, nos enrriquecemos de vivencias humildes y abandonamos los triunfalismos ante la hora de votar.

Muchas fueron las buenas prácticas: más que un representante, el movimiento cannabico tiene una voz, la Imagen y medios de la candidaturra fueron realmente alternativos, apertura y respeto con los contrincantes, estrategia virtual y de voz a voz. Enlace con el campesinado. Activación de la incidencia política del usuario de plantas prohibidas y sustancias derivadas, en especial del kolino que se sumó a la posibilidad de una Senado cargado de yerba, modificación de la consciencia y propuestas acertadas para un país en guerra contra las drogas.

Algunas lecciones aprendidas radican en reconocer que el movimiento social antiprohibicionista “cannabico” colombiano es una estructura o plataforma sólida y abierta a nuevas iniciativas. Si bien no creemos en la política y sobretodo los políticos, demostramos capacidad de incidencia política mediante la participación electoral. Aprendemos que la Cannabis o Marihiana y el tema de las drogas es una megatendencia que algunos politiqueros y ONG´s paracaidistas usan como trampolín electoral y asistencialista. Aprendemos la necesidad de consolidar una vos política propia al movimiento, nacido de la base social y en función del interés colectivo, sin preventas ni avales prestados.

Por ultimo llega el día de marcar el tarjetón y la bella Cali plantea un desafío individual a un sujeto que si bien participa por tradición en la elección de los gobernantes, no considera adecuado votar por sí mismo…La confiabilidad sobre el resultado es mínimo…el día de elecciones se movieron más de 20 mil millones de pesos en compra de votos, especialmente en la costa atlántica. Hasta la campaña de Álvaro Uribe declaro sentirse robada, los jueces electorales anularon más de un millón y medio de votos cuyo resultado nunca se develó.

Fuimos los más votados en China y Rusia. En Colombia, Bogotá brinda el tercio de votos del candidaturro y a Gio le agradecemos https://www.youtube.com/watch?v=8tjUov7YyMs Si bien fueron un millón y medio de votos anulados, esperamos y creemos que algún día el mecanismo electoral de voto electrónico sacará de dudas y fangos corruptos las dinámicas colombianas de elección de líderes o “gobernantes”. En la Habana Cuba apenas se firma el tercer punto sobre drogas – nada alentador-. En el campo del Cauca siguen enfrentamientos entre ejército y FARC. En las ciudades luego de marchas de más de 50 mil marihuaner@s siguen llevando a la cárcel a miles. Esperamos que el gobierno y la FARC reconozcan a los Activistas reales, no los seudo-representantes de redes de usuarios de sustancias psicoactivas. Esperamos que el distrito de Bogotá reconozca el trabajo real de bases comunitarias, avancen los proyectos presentados y no sigan cerrando las puertas…de la percepción social…

Sentado en la montaña esperamos la  reposición de votos. El 50 % del recurso se invertirá en el movimiento social. Iniciamos la recolección de firmas que avalen nuestro propio partido. Se viene la primera agrupación de activistas cannábicos colombianos desde la formalidad técnica de Cámara y Comercio. Seguimos en el CAUCA al lado del campesino. Se viene el CARNAVAL CANNABICO COLOMBIANO 2014…SE VIENE EL FINAL DE LA HISTORIA Y EL PRINCIPIO DE LA KOLINERIA…SE VIENE LA COSECHA DE PAZ, AMOR Y BUENOS HUMOS.
GRACIAS A TODOS Y TOD@S... Seguimos EN LA LUCHA, SUMAMOS EN LA FUERZA…MIL GRACIAS pacho, jeny, erika, lizeth, el cucho Velez, Juancho, Gio, Diego, FUMAV, Ramiro, SI ALA DOSIS PERSONAL U DISTRITAL, la CCC, Olmes, Don Carlos, Omar, Sombra, la Mona Mordecau, Guaduas, Helmunt, Tavo, Susana, Funza, Cajica, Ali, el BULKAR, la bella cony, gracias a las plantas y demás personajes que se montaron en la película del a candidaturra…ESTO SIGUE Y VAMOS MAS FUERTES QUE NUNCA…PERO BIEN TRABADOS COMO SIEMPRE…

LUKAS PASOS ABADIA
EX-CANDIDATO AL SENADO DE LA REPUBLICA
LAS PLANTAS NO SON COMO LAS PINTAN
CALI MAYO DEL 2014






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