MEMORIAS
PSICOTROPICAS DE UNA CANDIDATURRA KOLINA
“Como Satán caído del cielo; así
es vista la Marihuana Sagrada”
Juan Leguízamo (Colectivo Si a la
Dosis Personal, U. Distrital).
El Movimiento Social
Antiprohibicionista, postprohibicionista o cannabico de Colombia, no es; pero
está siendo. Hace 7 años en Colombia se viene manifestando en diferentes
escenarios y de múltiples maneras, un inconformismo e insatisfacción frente la
cultura, economía y política de las “drogas”, y las nefastas consecuencias a
nivel socioeconómico y agrario que ha tenido la aplicación de la guerra contra
las “drogas”, que no es más que una guerra encubierta contra el campesino,
jíbaro, usuario y no usuario de plantas prohibidas y sustancias derivadas.
En diferentes ciudades del país y
acorde a la tendencia mundial, cientos y miles de personas se concentran,
marchan, y se plantan, en busca de ser escuchados, construir alternativas al
conflicto de las “drogas”, y esclarecer uno de los problemas socialmente
relevantes para Colombia, que ha generado una “Farmacrácia” corrupta cuya
expresión emblemática es la narco-sociedad colombiana.
Hace 10 años, en medio de la
insatisfacción mediática que genera un artículo amarillista del periódico La
Patria de Manizales, se despierta en mi sujeto, un tipo de accionar que me
conduce a configurar un estilo de vida que podemos catalogar como “activista”
“antiprohibicionista”, mejor aún militante postprohibicionista de las plantas y
sustancias derivadas. Muchas acciones locales e internacionales, encuentros y
desencuentros, engaños y aciertos, verdades y mentiras han pasado durante estos
10 años, sin embargo sigue en pie la firme convicción que uno no es uno cuando
se trata de acción colectiva, y que los procesos sociales, no solo responden a una
naturaleza social; también responde a intereses mezquinos o altruistas, y ante
todo, son procesos históricos de larga duración.
Una de esas historias es la
reciente campaña al Senado de la Res-pública, por parte del movimiento social
antirpohibicionista colombiano. Desde mediados del 2013 algunos individuos y
colectivos se habían inquietado por la participación política electoral. A la
vez, algunos miembros del partido Progresista se habían acercado a la
colectividad Cannábica y plantearon la posibilidad electoral para el
movimiento. De estas intenciones viscerales de la colectividad, y la
oportunidad política que brinda un partido tradicional en medio de unas
elecciones coyunturales, nace la Candidaturra Kolina al Senado, por parte de la
facción plon-lítica del movimiento.
Durante 2 meses sondeamos la
intención electoral de algunos colectivos a nivel nacional, inquietamos sobre
la opción de lanzarnos al ruedo electoral, y aprovechar la oportunidad política
de un partido, que si bien es de izquierda, se encuentra inmerso en las
dinámicas electorales y partidistas de una democracia gastada y corrupta,
inserto en unas elecciones de maquinarias aceitadas y filosas. El consenso de
los colectivos e individuos a nivel nacional opto por la participación
electoral, siempre y cuando, el Movimiento Social Antirpohibicionista o
Cannábico no perdiera su esencia e independencia propia de un proceso de base
comunitaria, y el “candidato” más que un representante fuera un vocero de los colectivos
y los ciudadanos afectados e inconformes con la política, cultura y economía de
las “drogas”.
En medio de la des-organización y
entre porro y porro se construye una propuesta de gobierno clara, sensata y realizable (www.senadokolino.org). A nivel operativo
los objetivos comunes eran ganar la curul del senado y no quedar endeudados.
Los objetivos generales fueron generar y apoyar la(s) cultura(s) relacionada(s)
con plantas prohibidas y sustancias derivadas, construir políticas sobre
“drogas” incluyentes, participativas y acordes a las necesidades locales y
tendencias globales sobre drogas, en especial el cannabis, a la vez, proponemos
una revisión de las economías legales e ilegales que se desarrollan en torno a
estas sustancias. Obviamente presentamos objetivos metodológicos los cuales
sugieren desobjetivar y desenfocar la manera de abordar las drogas, dando paso
a un programa que va más allá de un calabozo, un tratamiento como enfermo
adicto, el asistencialismo seudosocial corporativo, o una moda marihuanera.
La filosofía de la candidaturra
se nutre de la crítica constructiva que deriva de una kolineria constante y
sonante, una filosofía de la liberación radical de los elementos de la
naturaleza que están al servicio del bienestar humano, tal cual es el caso de la
marihuana. El método de acción, más allá de lo propiamente logístico, consistió
en irrumpir en lo público, definir y compartir un objetivo común y alcanzable,
visibilizar el fenómeno por los medios alternativos de comunicación,
articularnos de manera real con las comunidades campesinas, científicas,
traficantes, usuarias, no usuarias, consumidoras de plantas prohibidas y
sustancias derivadas, que condujera a una construcción comunitaria de la
realidad social de estas sustancias. “¿Dónde queda su sede, señor candidato?”…
Pregunta ante la cual de manera jocosa y con orgullo respondíamos….nuestra sede
es LA CALLE…
Cuando menos lo esperábamos,
luego de un leve desenganche de las intenciones electorales, suena el teléfono,
era una llamada del comité electoral del partido en la cual realizan una
pregunta, “¿Qué numero quieres en la lista al senado?”...Luego de haber pujado
por candidaturas a cámaras de representantes, de repente se abren las grandes
ligas del plano legislativo….No las creíamos, tanto así que al día siguiente 9
de diciembre, confirmamos nuestra incredulidad cuando de repente en las listas
oficiales no aparecía el nombre del candidato Kolino. Por presiones políticas
ajenas, en la primera instancia de inscripción, y en medio de una traba alcohólica,
nos comunicaron que no estábamos registrados y toco esperar la asignación de un
reglón…empezaba el viacrucis electoral, a la vez que nos enfilábamos en la
primera candidaturra kolina colombiana.
Con la asignación de un reglón en
la lista del partido, el número 72 verde Cannábico progresista empezó a sonar,
a mostrar el trabajo colectivo y ante todo, a demostrar que los activistas,
usuarios, y simpatizantes de las plantas prohibidas tenemos razones, valores y
propuestas adecuadas ante una nefasta y devastadora guerra contra las drogas. Sin
dinero en el bolsillo, sin la cuenta electoral activada, sin prestigio nombre o
apoyo corporativo, iniciamos nuestra participación electoral en medio de las
marchas petristas en las cuales planteamos un horizonte más allá de Petro,
inclusive más allá de una curul del senado, la fama y reconocimiento de un
líder carismático.
Desde la solidaridad, la
mutualidad y la colaboración colectiva, emprendimos un recorrido a pie por
algunas ciudades cercanas a la propuesta. Manizales nos recibió en plena feria
y abrió sus puertas a los kolinos candidatos. Pereira evalúo de forma crítica y
acertada los niveles de representatividad, calidad y cualidad del candidato a
la hora de cumplir un papel electoral. Cali reconoció a su hijo pródigo y se
levantó de nuevo en pie de lucha sumando a la cultura electrónica como aliado
estratégico. Ibagué sufre la visita de la candiaturra en medio del sonido de
rap marihuano de Lg Prada. El Cauca se asomó por primera vez, y en menos de un
mes nos atendieron sus tierras. Se concretaba un primer viaje por el
psicotrópico país de las drogas baratas, la incertidumbre social, la
inoperancia estatal, el asistencialismo tecnocrático y el conflicto
narcopolítico, generador de campesinos abandonados, individuos encarcelados y
consumidores desinformados y apáticos.
En Bogotá, la falta de recursos
económicos se contrarrestaba con la abundancia de capital simbólico reflejado
en acciones disruptivas, solidaridades cómplices de una candidaturra kolina, y
un ambiente colectivo esperanzado en un golpe de senado kolino. Sin alianzas,
preventas, ni amaños, nos fuimos abriendo paso en medio de un debate cerrado, desorden
partidista a la hora de generar una convergencia real, y la competencia “sana”
entre más de 700 candidatos a 100 curules del senado.
De nuevo en carretera el Cauca se consolida como paraíso de los
cannábicos buenos, que cuando mueren no van al cielo sino al Cauca…sin embargo
es mejor ir en vida y no esperar el apocalipsis de esas bellas tierras. A las
9:30 de la noche iniciamos desde Santander de Quilichao una entrada ingenua e irresponsable
a una zona roja, manchada de sangre que brota de un conflicto armado de más de
50 años, alentada por el cultivo de plantas de uso ilícito y habitada por los
seres más transparentes que un citadino pueda encontrar.
En medio del camino un retén
militar nos detiene…el olor a pisca era más que evidente, acabábamos de
fumar…”por aquí huele a María”…dice el comando militar…” ¿Llevan leña al monte?
” pregunta de forma jocosa y nos dice; “de aquí para allá (señalando la
montaña), no respondemos”, a la vez advierte que ningún rostro es conocido y
espera que no bajemos nada comprometedor. Seguimos el recorrido pasando la
frontera estatal del conflicto, internándonos en un territorio desconocido y
ajeno, oloroso, pegajoso y paradójicamente calmado. Los campesinos productores
de cultivos de uso ilícito nos esperaban, un alimento, reconocimientos mutuos y
una noche en el campo colombiano acompañado de libras de bareta y 5 soldados de
la Marihuana.
La intención directa de la visita
al Cauca no fue hacer campaña electoral, fue reencontrarnos con nuestros amigos
del campo, reconocer el origen productivo de la marihuana, y fortalecer los
lazos entre activistas usuarios de cannabis y campesinos cultivadores del fruto
prohibido o marihuanicultores como les gusta autodefinirse. Estoy seguro que
fuimos de los pocos candidatos “urbanos” que entraron en zona de conflicto
armado. Sin embargo, el llegar a compartir información, momentos y visiones de
la realidad social, cumplió y fue consecuente con la labor política y cultural
propia de la Comunidad Cannabica Colombiana. Labor que no desentono con el
respeto político que merece una comunidad vulnerable frente la politiquería clientelista
tradicional, que genera un ambiente de sosiego en medio de las balas. Como
diría un famoso TAG de la época, “en campaña, el campesino es un ciudadano,
luego es un terrorista…Arriba el paro agrario…”
El segundo día en el Cauca, de 4
que estuvimos, fue una explosión de valores y verdades solapadas tras el miedo
del estigma. “Somos campesinos productores de cultivos denominados ilícitos…y
llego la hora de hablar sin miedo”, fueron las palabras iniciales del
foro-encuentro entre activistas y campesinado. Campesinos valientes y
activistas usuarios no vergonzantes, se encuentran tras el telón del tabú
cultural que la política de guerra contra las drogas ha generado en Colombia.
El reconocimiento como productores y consumidores genera un lazo identitario
que afianzó la relación de confianza entre individuos citadinos y campesinos no
vergonzantes que viven la cultura de las plantas prohibidas y construyen
política comunitaria sobre drogas.
No llegamos al Cauca a realizar
proselitismo político, fue el planteamiento inicial de nuestra
participación….llegamos a realizar
talleres teórico práctico sobre cultivo, gastronomía, medicina, industria,
cultura y política de plantas prohibidas y sustancias derivadas. El estigma
negativo cayó sobre nosotros, a la vez que evidenciamos la negativa y rechazo
del consumo en territorios productores, nuestra primera lucha fue hace respetar
el uso propio del Cannabis, a la vez la primera tarea del campesino productor
fue reconocer y comprender nuestro uso. Nunca habíamos estado en medio de
montañas de Marihuana y Coca, a la vez, la inmensa mayoría de los campesinos
acompañantes, nunca había estado cerca de un bareto en combustión... Como diría
el célebre graffiti en Cartagena del Chairá cuando era zona de distensión,
“Aquí la hacemos, pero no la metemos”….premisa cultural que nos arrojaba al cepo
tradicional, y condena a las juventudes modernas que no les interesa hablar
lengua y andan cerca de los consumos masivos de cultura chatarra o moda
marihuanera.
Doña Leonor habla en lengua Nasa,
y a través de un traductor entendemos que la unión entre campo y ciudad es un
vínculo estratégico frente la guerra contra las drogas. Comprendemos que los actores reales que viven
el conflicto de manera directa no están tenidos en cuenta a la hora de definir
la situación política y económica sobre drogas en la Habana Cuba, y que aquí,
en la zona de cultivo y de guerra, la tradición campesina e indígena se ve
relegada al autoritarismo insurgente y el allanamiento estatal.
“¡Usted que nos va a venir a
enseñar a cultivar marihuana¡”, me reclama un campesino a la hora de ejecutar
un breve taller de cultivo de la planta sagrada. En ese instante pregunte al
público, “¿Quién sabe cultivar marihuana?”; solo 6 levantaron la mano, de aproximadamente
150 personas….”¿Quién quiere aprender a cultivar marihuana?”…cientos de manos
se alzaron en el aire. Si bien el campesino del cauca sabe cultivar cientos de
productos legales e ilícitos, el efecto negativo de la prohibición y la revolución verde, genera una ausencia de
técnica adecuada, una economía emergente que suple lo necesario, y un mercado
donde los comercializadores no asumen su responsabilidad social frente la
comunidad campesina productora.
En medio del campo que de vez en
cuando es el campo de batalla y no
despensa alimenticia, me doy
cuenta que si bien el habitante de lo urbano tiene conocimientos sobre cultivo
necesarios a la hora de mejorar el cultivo de marihuana del Cauca, el campesino
contiene saberes secretos que se combina de manera magistral con la visión de
un mundo de la vida natural, fresco y revitalizado. Como cultiveta entregue mi
limitado conocimiento, como persona, recibí ilimitados saberes. El puente entre
el campesino productor y el marihuanero consumidor se ha construido…más allá de
una candidaturra kolina, los seres sociales de una cadena mafiosa generadora de
muerte, se encuentran en un contexto vital generador de vida y frutos sociales.
Con mi maestro y guía, el señor
Olmes Ortíz (líder de la Comunidad Cannabica Colombiana CCC), nos desplazamos
de la montaña a la ciudad de Popayán. Popayán es un bastión emblemático del
movimiento social antiprohibicionista. El colectivo Voces Interactivas
Reclamando Soberania (VIRS), nos recibe con amabilidad y una agenda mediática jamás
pensada. Luego de la humildad del campo, pasamos a cabinas radiales y sets
televisivos. Una sociedad conservadora recibe una propuesta libertaria. Me encuentro
con el candidato al senado y exsecuestrado Sigifredo López, quien con buen
ánimo me saluda y dice “!Ah, vos sos el ambientalista”?, ante lo cual respondo,
“No…Yo soy el marihuanero”…risas, más de cobardía que de aceptación, se suman
al rubor colectivo que genera el develar una cara oculta y no digna de la
mayoría de marihuaneros vergonzantes…Sigifredo habló 45 minutos por radio.
Lukas, dialogó 25 minutos por radio sin pagar un peso…Medios de medios, ojala
sean un medio de liberación.
De nuevo en el acelere de la
iliquidez monetaria nos invade, sin embargo empezamos a subir al centro de la
acción. Mi maestro Olmes luego de acompañarme por la bella Cali se desplaza a
Medellín y yo vuelvo a Bogotá a seguir la misión electoral. Sin contador,
recursos y publicidad City TV y el programa Bravissimo nos invita a participar
al debate político sobre “drogas” en contexto electoral. Llegar con una planta
de marihuana a los estudios no fue casual…el entrar al camerino y ver la
doctora Fracisco, (ex - fiscal y candidata liberal al senado), evitar el
contacto con el vegetal fue más que estratégico… sin embargo y con algo de
coraje nos sacude aún el ver como el canal City TV del Tiempo nos censura en su
canal virtual (Ustream). Luego de 3 días de emisión televisiva censuran al
candidato kolino. ¿Por qué censuran al candidato Kolino?, sobre todo, luego de
una fantástica y entretenida entrevista que duro el doble del tiempo esperado,
desato controversia en el set y argumento una posición valorada y reconocida
por el mismo Hernán Orjuela?...¿Será que los marihuaneros y marihuaneras de
Colombia tenemos argumentos reales y de peso frente al estupefacto y decadente
escenario que genera la política prohibicionista de las plantas?
City Tv no fue el único canal
comunicativo que censuro al candidaturro, la W nunca nos tuvo en cuenta siempre
y cuando algunos personajes rindieron sugerencias. El Pasquín EL ESPECTADOR,
remata la exclusión social a las minorías activas y no invita a la nota
“candidatos con agenda de drogas”, la cual contó con media docena de candidatos
“Kolinos” pero no invito al Kolino. Como diría el amarillista y mediocre
periodista en el 2010, luego de su fatídico reportaje “Marihuaneros cívicos de
Cali”…“la cuestión es que no vende”. Porque será que el Espectador,
supuestamente interesado y cercano al movimiento cannabico ejecuto tan magna
exclusión… !ah¡ si verdad, la vaina es que NO VENDEMOS, NI SOMOS VENDIDOS… De
resto pues nos clausuraron hasta el Twiter y en últimas nos rayaron la cara
desde el Tiempo, pero solo el tiempo nos dará la razón, porque entre medios y
modas mejor seguimos siendo activistas reales, no especuladores radiales, mucho
menos asistencialistas tecnocráticos seudosociales.
Medellín querida y pequeña
pequeña Ditroit recibe con agrado la participación, eleva su vos en apoyo al
candidaturro y de nuevo Karoty, Don Marcha, los maestros Mejía, Olmes y Voso de
Leche son los mejores anfitriones que un plonlítico prodigo pueda tener.
Medellín ciudad que me vio nacer, cuna del activismo cannabico colombiano y lugar
con la mayor tradición a la hora de marchar por la planta …. Cerca y propia y a
la vez lejana, enclaustrada y relegada…
De nuevo a las carreteras…Activistas
de Chile llegan a nuestro país mostrando unos cortos ganadores del festival
“volarte de Chile” (cortos) sobre la marihuana, sus diversos usos y mitos y representaciones
locales. El colectivo cultiva tu mente de Pereira abre espacio en la ciudad, el
candidato es invitado al debate gracias a benefactores incondicionales, se
genera el reflejo y contraste del movimiento colombiano y el chileno,
visibilizamos nuestra buenas prácticas y escuchamos consejos externos para
aprender de las lecciones de la vida social del movimiento antiprohibicionista
colombiano, carente de recursos económicos, autonomía de acción y gestión.
Derivado del escaso recurso
económico y la falta de prontitud bancaria no viajamos a Santander y la costa
atlántica. Sin embargo reconocemos el poder de acción, y agradecemos el apoyo
que el Movimiento Procannabico de Santander, la Comunidad Cannabica Cúcuta y la
Comunidad Cannábica de Barranquilla y Cartagena dieron a la causa. Igualmente
se agradece el apoyo de cómplices como Cannabis Jeans y Gamboa y Asociados,
emprendedores de la industria del cáñamo y abogados defensores de los derechos
humanos de los usuarios de marihuana que sirvieron como plataforma de acción y
respaldo incondicional a la hora de emprender la travesía electoral.
De nuevo en la capital y cercanos
al día electoral nos concentramos en tejer nuevas redes de apoyo,
solidarizarnos con las campañas al margen de la politiquería, ofertantes de
propuestas alternativas y de bajo perfil pero alto impacto. Funza, Mosquera, Cajica
y Tabio, y ante todo su cerveza barata reciben la visita del candidaturro,
radio y medios comunitarios escuchan la propuesta que devela la ausencia de
criterio y herencia familiar en el POT capitalino, a la vez que subraya la
codependencia de un municipio secundario a un mercado ilícito mundial. (Cerveza
a $1.200. Funza es el paraíso del cervecero).
El cierre de campaña fue como la
apertura; inexistente. Nunca generamos algo nuevo, siempre fuimos fieles a las
propuestas kolinas del movimiento cannabico colombiano y catalizamos una
experiencia más que de visibilización, de madurez colectiva frente aspectos tan
ignorados y repudiados como la participación electoral. Luego de la censura del
programa bravvisimo de City TV, la clausura del Twiter, y la exclusión del periódico
El Espectador, nos enrriquecemos de vivencias humildes y abandonamos los triunfalismos
ante la hora de votar.
Muchas fueron las buenas
prácticas: más que un representante, el movimiento cannabico tiene una voz, la
Imagen y medios de la candidaturra fueron realmente alternativos, apertura y
respeto con los contrincantes, estrategia virtual y de voz a voz. Enlace con el
campesinado. Activación de la incidencia política del usuario de plantas prohibidas
y sustancias derivadas, en especial del kolino que se sumó a la posibilidad de
una Senado cargado de yerba, modificación de la consciencia y propuestas
acertadas para un país en guerra contra las drogas.
Algunas lecciones aprendidas
radican en reconocer que el movimiento social antiprohibicionista “cannabico”
colombiano es una estructura o plataforma sólida y abierta a nuevas
iniciativas. Si bien no creemos en la política y sobretodo los políticos,
demostramos capacidad de incidencia política mediante la participación
electoral. Aprendemos que la Cannabis o Marihiana y el tema de las drogas es
una megatendencia que algunos politiqueros y ONG´s paracaidistas usan como
trampolín electoral y asistencialista. Aprendemos la necesidad de consolidar
una vos política propia al movimiento, nacido de la base social y en función
del interés colectivo, sin preventas ni avales prestados.
Por ultimo llega el día de marcar
el tarjetón y la bella Cali plantea un desafío individual a un sujeto que si
bien participa por tradición en la elección de los gobernantes, no considera
adecuado votar por sí mismo…La confiabilidad sobre el resultado es mínimo…el
día de elecciones se movieron más de 20 mil millones de pesos en compra de
votos, especialmente en la costa atlántica. Hasta la campaña de Álvaro Uribe
declaro sentirse robada, los jueces electorales anularon más de un millón y
medio de votos cuyo resultado nunca se develó.
Fuimos los más votados en China y
Rusia. En Colombia, Bogotá brinda el tercio de votos del candidaturro y a Gio
le agradecemos https://www.youtube.com/watch?v=8tjUov7YyMs
Si bien fueron un millón y medio de votos anulados, esperamos y creemos que
algún día el mecanismo electoral de voto electrónico sacará de dudas y fangos
corruptos las dinámicas colombianas de elección de líderes o “gobernantes”. En
la Habana Cuba apenas se firma el tercer punto sobre drogas – nada alentador-.
En el campo del Cauca siguen enfrentamientos entre ejército y FARC. En las ciudades
luego de marchas de más de 50 mil marihuaner@s siguen llevando a la cárcel a
miles. Esperamos que el gobierno y la FARC reconozcan a los Activistas reales,
no los seudo-representantes de redes de usuarios de sustancias psicoactivas.
Esperamos que el distrito de Bogotá reconozca el trabajo real de bases
comunitarias, avancen los proyectos presentados y no sigan cerrando las
puertas…de la percepción social…
Sentado en la montaña esperamos
la reposición de votos. El 50 % del
recurso se invertirá en el movimiento social. Iniciamos la recolección de
firmas que avalen nuestro propio partido. Se viene la primera agrupación de
activistas cannábicos colombianos desde la formalidad técnica de Cámara y
Comercio. Seguimos en el CAUCA al lado del campesino. Se viene el CARNAVAL
CANNABICO COLOMBIANO 2014…SE VIENE EL FINAL DE LA HISTORIA Y EL PRINCIPIO DE LA
KOLINERIA…SE VIENE LA COSECHA DE PAZ, AMOR Y BUENOS HUMOS.
GRACIAS A TODOS Y TOD@S... Seguimos
EN LA LUCHA, SUMAMOS EN LA FUERZA…MIL GRACIAS pacho, jeny, erika, lizeth, el
cucho Velez, Juancho, Gio, Diego, FUMAV, Ramiro, SI ALA DOSIS PERSONAL U
DISTRITAL, la CCC, Olmes, Don Carlos, Omar, Sombra, la Mona Mordecau, Guaduas,
Helmunt, Tavo, Susana, Funza, Cajica, Ali, el BULKAR, la bella cony, gracias a
las plantas y demás personajes que se montaron en la película del a
candidaturra…ESTO SIGUE Y VAMOS MAS FUERTES QUE NUNCA…PERO BIEN TRABADOS COMO
SIEMPRE…
LUKAS PASOS ABADIA
EX-CANDIDATO AL SENADO DE LA REPUBLICA
LAS PLANTAS NO SON COMO LAS PINTAN
CALI MAYO DEL 2014
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